𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐.

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No sabía lo que estaba ocurriendo. Pensaba que estaba en un sueño porque se sentía tan irreal que podía jurar que aún me mantenía en mi cama.

Pronto unas voces me hicieron reaccionar y ver hacia la puerta.

Mi rostro se sentía caliente y algo sudoroso. Limpié rápidamente mi cara con la manga del uniforme.

—¡Gompanchiro! —el grito de Inosuke me asustó por completo. Con una sonrisa torcida salude.

Agradecí que pronto el profesor Obanai entrara por la puerta a comenzar a dictar su clase.

En toda la hora no pude voltear si quiera a ver a Muichirou de reojo. No sabía porque me ocasionaba tantos nervios de solo mirarlo.

Pronto intente distraerme de esos pensamientos moviendo el portaminas a cierto compás. Además luego al ver la hoja decidí empezar a hacer garabatos.

Después de todo termine el trabajo antes del tiempo que nos indicaron, podría hacerlo sin algún tipo de culpa.

De alguna manera recordé las palabras de Tokito. El gato que estaba afuera podría necesitar comida otra vez.

Ha habido un clima muy frío últimamente. ¿Tal vez debería llevármelo?

Alguien tocando mi hombro hizo que me girara.

Zenitsu no paraba de temblar señalando la hoja que estaba en su pupitre.

—No te puedo ayudar... Eso sería trampa. —le susurré asegurándome que Iguro no se percatara.

—Por... Por favor, solo es una pregunta.

—Intenta acordarte. 

Volví a incorporarme a pesar de los quejidos de mi amigo. Suspiré.

Unos quejidos me hicieron mirar hacia mi lado. Muichirou se levantó estrepitosamente de su asiento y parecía tener náuseas.

Me levanté de igual manera por la angustia. Obanai se acercó a él.

—Mantengan la calma. —pidió mientras ayudaba a Tokito a que se dirigiera a la salida.

Todos nos quedamos en silencio al verlos desaparecer. Podía sentir mucho miedo en mi cuerpo de que fuera algo grave.

Los susurros no tardaron en llegar. Algunos decían que tal vez era porque no se alimentaba bien y quizás hasta comía cosas de la basura.

Escuchar ese tipo de cosas me hizo apretar mis manos a tal punto que mis nudillos se tornaron blancos.

—¡No sean tan crueles con nuestro compañero! —grite encarando al salón. —¡Ustedes no sabrán lo que es perder a alguien cercano sino hasta que lo vivan por su cuenta!

𝑃𝑒́𝑡𝑎𝑙𝑜𝑠 𝐴𝑔𝑟𝑖́𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒𝑠 ¦ TanMui 🌷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora