𝑫𝒊𝒆𝒛.

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—Tanjirou, ¿puedes venir un momento? —la voz de Kanae me hizo detenerme en el medio del pasillo. Habían transcurrido un par de semanas. Las vacaciones de verano venían pronto.

—¿Ocurre algo? —expresé mi preocupación al no escucharla hablar desde que entre a la enfermería.

—No es nada malo, solo quería hablar contigo. —me sonrió de manera reconfortante. —Me contenta mucho la mejora de Muichirou, Rengoku me ha dicho que sus calificaciones han alcanzado un buen promedio.

—¡Así es! —sonreí también. —Es un alivio... Que se encuentre mejor.

—Es gracias a ti. —le miré atónito. 

—No-no, yo no puedo tomar todo el crédito. También me aconsejaste que le hablara y...

—Eso es verdad. Pero de igual manera fuiste tú quien habló con él y lo defendió de esos chicos. La estaba pasando muy mal, Kyojuro me comentaba lo preocupado que estaba que se aislara de esa manera. 

Me quedé sin habla. Observé los cuadros artísticos de la pared.

—Sus padres lo han llevado a terapia, según he sabido antes se negaba a ir pero ahora ha asistido de manera constante. A veces no sabemos lo positivo que podemos aportarle a otra persona. Realmente los extrañaré cuando sea su último año. —confesó con tristeza.

—¡Continuaremos en contacto! ¡Lo prometo! —la trate de animar.

—Claro que sí. Quisiera seguir hablando, estoy segura que estarán encaminados.

Nos dimos un abrazo.

Al salir compartí un rato con Nezuko, el clima era agradable. Caluroso pero con brisas refrescantes. 

—Hermano, ¿está semana podremos salir con Aoi? —se refería al gato que se encontraba en el colegio. La nombramos de esa manera ya que en actitud se parecía bastante a una de nuestras compañeras con carácter firme.

Al enterarse de que le pusimos su mismo nombre su rostro enrojeció por completo. Muy adorable.

—Por supuesto. Iremos con los chicos al parque, debemos tener cuidado. —no era normal que un felino saliera a la calle como solían hacer los perros pero Nezuko le tenía tanto apego a nuestra mascota que era imposible negarme a su petición.

Además, ahora estaba saliendo con Zenitsu. Sorprendentemente también cuidaba de Aoi cuando llegaba de visita a la casa.

Mientras paseábamos vi a Muichirou lanzando aviones de papel con Mitsuri, también era una de nuestras compañeras y me alegraba que nuevamente estuvieran compartiendo. Iba a decirle a Nezuko que siguiéramos por otro camino para no interrumpirlos pero fue tarde, los ojos celestes me encontraron haciendo que mi corazón latiera como loco.

𝑃𝑒́𝑡𝑎𝑙𝑜𝑠 𝐴𝑔𝑟𝑖́𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒𝑠 ¦ TanMui 🌷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora