Lilith y el Vampiro.

9

Reki se inclinó contra la baranda del balcón, veía atentamente las cientos de personas afuera de la mansión Hasegawa, todos ellos habian ido ahí a felicitar al príncipe por su boda y algunos entregaban regalos para Reki.

—¿Estas nervioso?—. Su suegra le pasó la mano por la espalda de manera conciliadora

—Solo un poco, ¿tengo que hacer algo en específico cuando este casado con Langa? ¿O solo me dedicaré a existir?

—Bueno, dado que Langa será Rey tú seras su Principe Consorte, y tienes labores que cumplir con el pueblo; caridades, programas de ayuda, relaciones benéficas con jefes de clanes u otros Reyes, eso hacia el padre de Langa

—Oh, señora Hasegawa, ¿puedo hacerle una pregunta?

—Si querido, la que quieras

—Usted estaba unida en alma y espíritu a su esposo, cuando el falleció, ¿le dolió mucho?

La señora titubeó ligeramente.

—Si, la sensación es parecida a estar siempre atado de una cuerda que cuelga, la otra persona sostiene la cuerda, cuando Oliver no estaba solo sentía que caía a un abismo, y mas por que se supone que debimos estar cientos de años juntos, y no fue como creí que sería, pero me recompuse por Langa, mi hijo es la viva imagen de Oliver, no podía abandonarlo.

Reki apartó la mirada débilmente y siguió viendo hacia la gente.

—¿Te preocupa como se sentirá Langa cuando mueras?

—Oh... Bueno, tal vez un poco

—No debes preocuparte, faltan muchos años para eso, ¿no?

Justo cuando Reki estaba por volver a hablar, una flecha surco los cielos, pasando justo frente a sus ojos y clavandose en la pared tras ellos. La multitud habia gritado con conmoción, pues sobre los muros de la mansión habia una misteriosa figura que sostenía un arco. La figura señaló a Reki y desapareció.

...

Langa veía la arrugada nota sobre la mesa, y al lado la flecha. Los hombres del consejo discutían entre ellos, y a su lado, Reki parecía querer temblar.

El Vampiro solo podia leer el mensaje una y otra vez.

«No queremos un Principe humano, muerte al Principe Reki»

Y debajo, Langa sabía que el simbolo de firma era de un grupo en particular, Vampiros Renegados, los mismos que habían matado a su padre.

—Lo lamento su majestad, esto es lo que temíamos desde un inicio, los Renegados y otras familias influyentes tampoco estan de acuerdo en que su matrimonio se consume con un humano—. Dijo uno de los consejeros

—Comprendo, así que supongo que seguirán atacando si no desisto de casarme con Reki.

Otro de los consejeros, el mas viejo de todos, titubeó.

—No necesariamente debe renunciar a la boda, si él muchacho se convierte en un Vampiro antes de la boda entonces no habrá problema, pues tecnicamente no se estará casando con un humano.

Langa asintió ligeramente.

—Por favor, déjennos a solas un momento.

Los consejeros se retiraron, y Langa observó en silencio a Reki, este no decia nada. En su cabeza, el Vampiro sabía que debía hacer lo correcto, para proteger al pelirrojo.