Capitulo 3 "Perdoname"

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Iba metida en mi mundo cuando miré hacia delante y pude ver quienes venían a cenar...

No puede ser, la familia Oviedo. Paso la mirada a cada uno de la familia y, aunque hayan pasado muchas cosas necesitaba abrazarle, tenerle cerca de nuevo nuestras miradas fijas, la mía en la suya y la suya en la mía durante unos segundos me lo pienso, pero voy a abrazarle y me corresponde. Cada segundo le apretaba más, pero lo necesitaba.

Nos separamos, y bajo la cabeza como avergonzada.

-Hola. -Dice.

Sonrío, no tendría por que haber hecho nada. Miro a Jesús y le abrazo también mientras mi madre saludaba a sus padres y a su hermano.

-No sabes cuanto te he echado de menos.

-Jesús yo también. Muchísimo.

-Tenemos muchas cosas de las que hablar.

-Lo sé.

Entramos en casa y nos sentamos a cenar, yo entre mi madre y Dani. Era incapaz de mirarle, de hacer... Nada. Sólo pensar que voy a estar así todo el verano, no sé si podré soportarlo.

Noto como me dan unos golpecitos en la pierna.

-Elena. No puedo dormir.

Era mi hermano.

-Venga te acompaño a la cama. -Dice mi madre.

Pero mi hermano niega con la cabeza.

-No, tú no. Elena.

-Pero yo no he terminado de comer.

-Pero quiero que vengas tú.

-Oh venga hermana mayor, ve con tu hermanito.

Fulmino con la mirada a Jesús, me levanto y le cojo en brazos, éste me da un beso en la mejilla.

Llegamos hasta su habitación echo un vistazo, estaba decorada de forma infantil, esta también fue la mía.

Me siento en un sillón y le cojo en brazos. Empieza a jugar con mi pelo.

-¿Y por qué no puedes dormir? -Pregunto.

-Porque he tenido una pesadilla.

-Si te pasa otra vez me llamas, ¿vale?

-Vale. -Me da un beso en la mejilla y continúa jugando con mi pelo, cuando llaman a la puerta.

-¿Se puede?

Era la voz de uno de los gemelos, no sabía quien era, y como soy así le dejo entrar.

-Sí...

La puerta se abre con cuidado, y era Dani. Bajo la mirada de nuevo, entra y cierra la puerta con cuidado, mi hermano pasa de jugar con mi pelo a acariciar mis manos con cuidado.

-Quiero hablar contigo.

-Dani, no tenemos nada de lo que hablar.

-Yo creo que sí, dejamos una conversación pendiente.

-Prefiero no continuarla- Respondí. Todavía no le he mirado, no tengo fuerzas.

-Entonces, ¿por qué me abrazaste antes?

-Yo... No lo sé... Ha sido un impulso, quizás tenía la necesidad de abrazarte otra vez.

-Perdóname. De verdad.

Levanté la vista sin entender el motivo de lo que acababa de decir, mi hermano ya se había dormido. Él al ver mi expresión busca la explicación.

-Perdón por no haberte llamado, no haber ido a verte cuando estaba en Madrid, por no mandarte ni siquiera un mensaje. Me conoces, soy muy despistado y entre los exámenes, nuevo disco, concierto, firmas... Se me va la cabeza.

"Narrador en tercera persona..."

Mariam (madre de Elena) Se levanta hacia la cocina, pero al llegar a la habitación de su hijo se detiene a escuchar la conversación entre Elena y Daniel.

-Ya no sirve de nada que me pidas perdón. Seis meses son duros y se acaba superando.

-Lo sé, y cada vez que estaba allí me acordaba constantemente de ti, pero apenas tenía tiempo para mí.

-Ya veo, es mucho más importante una fan que tu... Amiga, tu amiga.

-No, no me entiendes.

Eva pasaba por el pasillo y al ver a la madre de Elena se para junto a ella.

-¿Qué haces? -Pregunta la madre de los gemelos.

-Nuestros hijos están hablando.

-A mí me gustaban como pareja, Elena es muy buena niña, genial para nuera.

Mariam sonríe.

-Mi hija siempre hablaba muy bien de Dani. Se sentía a gusto con él.

Ambas madres se quedaron en la puerta escuchando.

-No lo entiendo, pero no hace falta que me lo expliques, no hay nada que explicar.

-¿Te acuerdas cuando nosotras éramos así? -Pregunta Mariam.

-La verdad que estar viviendo lo que vive tu hija es difícil.

-Lo sé, según ella está todo olvidado, pero yo creo que no.

-En el fondo se siguen queriendo.

"Narra Elena..."

Las ganas de llorar son tremendas, me estoy conteniendo demasiado para no romper.

-Al final estoy perdiendo el tiempo, como siempre. -Añade decepcionado. Se levanta de la cama para abrir la puerta.

-Espera. Ayúdame a meter a mi hermano en la cama.

Acepta, con cuidado destapa la cama y me deja espacio para arroparle.

-Gracias.

Ríe y baja la mirada.

-Lo siento.

-¿Por?

-Por esto.

Un Verano Diferente (Gemeliers) - 3° Temporada [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora