Me giro, y Jesús viene hacia mí.
-Lo siento, ¿vale?
-Da igual Jesús.
-No, que yo no esté bien con él no significa que tu lo estés, que sé que lo estás pasando mal.
-Le quiero, y se ha ido. -Digo al borde de las lágrimas.
-Eh, pero seguro que vuelve para estar contigo, ya lo verás.
Me abraza, y lo necesito. Primero Nerea, luego él.
-Te invito al postre, ¿vamos a por un helado?
-Claro.
Sonrío y por el camino pasa su brazo por mi espalda, automáticamente se me eriza la piel.
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-¿Entonces mañana a las once y media paso a por ti?
-Vale...
-Y cuando salgas nos vamos a la playa.
Sonrío.
-Genial.
Estoy apoyada en la puerta de mi casa, y Jesús demasiado cerca de mi. Me estoy poniendo nerviosa, joder y mucho cada vez que se acerca.
Pero, la cosa es que no hago nada, no me quito ni hago nada... Estamos a milímetros y tengo miedo, miedo de lo que pueda pasar.
Todo pasa demasiado rápido, junta sus labios con los míos, en un beso en el que nuestros labios encajan a la perfección. Se mueven al compás, y así comenzamos una guerra de lenguas, que finaliza por falta de oxígeno.
-Vaya. -Susurra.
-Yo... Me tengo que ir.
Abro la puerta rápido y me meto en casa.
-¿Que he hecho? -Susurro para mí.
-Le has enamorado.
-Mamá... ¿Lo has visto?
-No diré nada.
Le abrazo.
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Salgo a toda prisa de mi casa para encontrarme con Jesús que llego tarde.
Me lo encuentro apoyado en la pared con el móvil.
-Hey. ¿Vamos?
-Claro. -Responde.
El camino lo pasamos en silencio y muy incómodo, es que la situación de ayer fue rara. Demasiado.
-Tenemos que hablar. -Digo seria.
-Fue un impulso, lo siento. Seguro que has pasado la noche comiendote la cabeza.
-Sí... Da igual.
Llegamos al edificio y me abraza.
-Lo siento... -Susurra en mi oído.
-Tranquilo.
-Suerte.
Me guiña un ojo y le correspondo con un beso en la mejilla, suspiro y subo con una sonrisa en la cara, ¿por qué? Ni yo misma lo sé.
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-Y bueno... Eso es todo. -Finalizo tras 20 minutos hablando.
-Vaya, con 17 años y has vivido todo eso.
Le he contado todo, evitando que canta, tiene a media España detrás suya, que tiene un gemelo y es Daniel Oviedo.
-Y... ¿Como estás?
-Mal. Es que...
Me callo, me da vergüenza.
-Cielo, no te cortes. Vas a estar bien.
-¡Es que no se por qué coño se va joder! ¡No se que le he hecho!
-Quizás tenga problemas. Y quiera olvidarse de todo.
-Yo no le he hecho nada.
-Pero seguro que vuelve. Verás.
-No sé.
-Mira, te tienes que olvidar de él. Va a ser lo mejor.
Esta mujer hace que me sienta bien, la verdad.
-Sí...
-Tengo un sobrino, que acaban de salir de una ruptura hace poco y no le vendría nada mal despejarse.
-¿Cita a ciegas? -Pregunto.
-Algo así, es buen chico.
-Está bien.
Suspiro y me tapo la cara con mis manos para que no me vea llorar.
Suena el ruido de la puerta y entra alguien.
-¡Hola tía Carmen!
-Cielo. -Saluda ella. -Ven, te voy a presentar a...
Levanto la vista, joder Dani. Está aquí. Nos quedamos unod minutos mirándonos, y luego me abraza.
-Te quiero.
Comienzo a llorar en su hombro.
-No me hagas esto Dani, no me lo hagas más difícil.
Empieza a acariciarme el pelo sin separarse de mí.
-¿Nos dejas un momento? -Le pregunta a su tía.
-Claro.
Nos separamos, se sienta en el sofá y hace un gesto para que me siente encima de sus piernas. Apoyo mi cabeza en su pecho y me acaricia el pelo de nuevo.
-Te voy a dar la explicación de todo esto...
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Holiiiis jejejej, bueno es un poco lioso todo esto, pero tranquilas que se resolverá todo el lío entre los Oviedo y Elena. ¿Como creeis que acabará?
Votar y comentad.
Pd: TENGO 4 EXAMENES ESTA SEMANA, NO SE SI SUBIRÉ
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Un Verano Diferente (Gemeliers) - 3° Temporada [EDITANDO]
Fanfic3° y última Temporada