Un Verano Diferente (Gemeliers) - 3° Temporada [EDITANDO]

Capítulo 7 "Es complicado"

Levanto la cabeza y miro al chico que tengo delante, rubio de ojos verdes con una amplia sonrisa.

-No... -Respondí.

-¿Que te ha pasado? -Pregunta.

-Es... Muy complicado.

-Si te sirve de consuelo, yo tampoco estoy bien. -Añade sentándose a mi lado.

-¿Por qué?

-Acabo de ver a mi novia liándose con uno de los gemelos esos.

-Hija de puta. -Suelto con rabia, y el chico me mira extrañado.

-Que sepas que tu novia, se ha liado con mi ex. Que es un cabrón.

-Oh, supongo que por eso estás así...

-A ver, no estamos saliendo, yo tengo novio yo no le quiero, pero ayer vino y me dijo que me quería me besó y...

Empecé a llorar de nuevo.

-Tienes dudas.

-Sí. ¿Y sabes que le dijo Dani cuando terminaron?

-No.

-Dijo: Te echaba de menos. ¡Valiente capullo, como se me acerce le pego una ostia que le dejo sin dientes! ¡Que nos estaban engañando!

Me vuelvo a sentar, apoyo la cabeza sobre mis rodillas y comienzo a llorar.

-Por cierto, me llamo David.

-Yo Elena. Encantada.

David se empieza a reír y le miro confusa.

-¿De que te ríes?

-Nada, ahora acabo de aprender como os poneis las tías cuando os enfadais. -Añade divertido.

-De muy mala leche.

Me siento a su lado y empezamos una conversación que se interrumpe cuando se para Jesús delante mía.

-Elena. -Dice. -¿Estas bien? Tienes los ojos rojos.

-Sí, estoy bien. En serio.

El tira de mí y me abraza y comienzo a llorar en su hombro.

-Cuéntamelo.

Pero niego con la cabeza.

-Son tonterías.

-Como quieras, no te voy a obligar.

Observo a David, que nos miraba extrañado.

-Jesús él es David, lo acabo de conocer.

-Encantado. -Dice David estrechandole la mano.

-Nunca te he visto por aquí.

-Es el primer año que vengo.

-Y el año que viene también vienes. -Añado segura.

-¿Y como os habéis conocido? -Pregunta Jesús.

Nosotros nos quedamos en silencio y respondí yo.

-Es una larga historia. Ya te la contaré.

-Está bien.

-Mi hermano te buscaba...

-Joder...

Y mi mirada se vuelve a clavar en la de David.

-Veniros a mi casa si queréis.

Aceptamos y ponemos rumbo a su casa, antes de entrar agarro a David del brazo.

-Ahora entramos Jesús.

-Está bien.

-Oye, que lo que ha pasado antes solo lo sabes tú y no quiero que se entere nadie, por mucho que duela, que este mal o que no quiera, me voy a callar para no empeorar las cosas, por favor cubreme.

El chico saca una bonita sonrisa.

-Claro, te entiendo.

-Gracias.

Entramos en la casa de los gemelos y vemos a...