Capítulo 1: El inicio

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Grecia año 800 a. C.

Estaban dos muchachos luchando por su vida ¿Por qué? Bueno son semidioses, pero no son solo semidioses normales son de los pocos que pasan la edad de 20 años dado que su estimado de vida es de 14 años.

El primer chico tenía por lo menos 22 años tenía el pelo rubio junto con unos ojos celestes como el cielo, media alrededor de 1.84 metros, su primera arma de bronce celestial dada por su padre la perdió mientras luchaba con una hidra, su padre era Hermes mientras que su madre era una mujer muy buena por ello el decidió irse para no causar problemas con los monstruos.

El segundo chico tenía unos 19 años tenía el pelo azabache con unos ojos mar increíbles cada vez que los miraban algunos decían que el azul y el verde peleaban para ver cuál era el resaltante, medía 1,72 metros, su arma era una espada de bronce celestial llamada Contracorriente o Anaklusmos fue dejada por su madre antes de morir por culpa de unos ciclopes a la edad de 8 años.

La vida de ambos chicos no fue color de rosas ni tampoco hicieron actos heroicos como Heracles, Perseo o Teseo entre otros héroes que eran alabados.

Ellos se conocieron cuando estaban tomando agua de un rio haciéndose amigos casi al instante desde ahí fueron inseparables, tuvieron unos inconvenientes, pero nada que se pasara de unos ciclopes.

Aunque ahora mismo los estaban persiguiendo una mantícora al principio pensaron que la perdieron, pero no fue verdad... eso fue hace 4 días y aun no la matan.

Luchando por su vida con días sin dormir, comer o si quiera descansar andaban corriendo por un bosque de quien sabe dónde tratando de perder a la dichosa criatura.

Ambos sabían que si seguían así no iban a poder salir con vida, pero quien podía culparlos les habían rezado a los dioses por una ayudita que los llevara a un lugar seguro, pero no respondieron les faltaba rezar a Hestia ella era la que más les había ayudado en problemas puesto que el hijo de Hermes es su campeón.

Mientras que el hijo de Hermes empezaba a rezar a su patrona su compañero le estaba dando tiempo mientras que luchaba contra la mantícora.

El chico termino de orar a su patrona para sentirse más fuerte parece que su patrona le había dado su bendición... pero era demasiado tarde escucho un grito de dolor al girarse se encontró con la escena más horrible que había visto en toda su vida.

Aquel monstruo había atravesado a su compañero... la ira lo apodero y en menos de 4 minutos ya había reducido a polvo dorado a esa cosa.

- ¡Percy! – grito el hijo de Hermes.

Rápidamente el rubio avanzo hacia su compañero o debería decir ¿novio? Que ya había perdido una gran cantidad de sangre.

- Luke... ¿Eres tú? – pregunto Percy.

El chico veía borroso no distinguía esos hermosos ojos celestes que lo enamoraron desde la primera vez que los vio.

- Si mi amor soy yo Luke – contesto el chico al borde de las lágrimas.

- Sabes justo cuando nos atacó la mantícora te iba a decir que estaba embarazado, pero perdí al bebe cuando me atravesó con su aguijón – contesto el chico hecho un mar de lagrimás.

Ese si fue un golpe duro para Luke estaba perdiendo a su novio para luego enterarse que también perdió a su hijo o hija.

Pero se preguntaba ¿Cómo es que Percy quedo embarazado en primer lugar? Bueno eso era algo que le preguntaría a su patrona luego.

Justo cuando estaba por decirle algo su novio le había dado un beso en los labios.

- Lo que extrañare más será volver a ver tus ojos – dijo Percy mientras que su pulso cada vez se hacía más débil.

Luke intento darle ambrosía, pero no funcionaba su herida no sanaba...

- La ambrosía no sirve – dijo mientras abrazaba el cuerpo de su novio.

- Creo que es hora de irme... te amo... - dijo Percy con su último aliento.

Luke dio el grito más desgarrador que alguien hubiera oído en su vida que llego hasta los lugares más remotos del tártaro dando a entender que el campeón de Hestia había perdido al chico que juro proteger.

Hestia de inmediato fue hacia donde su campeón para encontrarse con una escena que le partió el corazón Percy Jackson estaba desapareciendo en flores azules junto con Luke que estaba en el suelo llorando a mares.

- ¡Luke! – grito mientras se arrodillaba a su altura.

- ¿M-mi se-señora? – pregunto el mientras alzaba la mirada mostrando unos ojos rojos de tanto llorar.

- Creo que será mejor llevarte conmigo al olimpo – contesto ella mientras agarraba de la mano a Luke para teletransportarse al Olimpo.

- Dime, ¿Qué sucedió? – pregunto mientras lo dejaba en una cama.

- Estábamos luchando contra una mantícora en ese momento yo le estaba rezando, Percy me estaba dando tiempo... al voltearme ya le había perforado el estómago – procedió a decir el mientras se limpiaba las lágrimas.

- Lo siento mucho –

- Él me dijo que estaba embarazado... ni siquiera sé si eso es posible - soltó de golpe Luke.

- De hecho, si es posible en semidioses por la parte divina ya que los dioses hombres también pueden dar a luz – dijo simplemente Hestia.

- No sé qué hare ahora sin el –

- Vive tu vida se feliz el quisiera que siguieras con tu vida –

Desde ahí Luke vivió cada día como si fuera el ultimo de su vida, aunque no duro mucho el rastro de su olor era fuerte así que muchos monstruos lo atacaban acabo muriendo por un león de nemea.

Así fue como el nombre de Percy Jackson y Luke Castellan perduraría por milenios en el Olimpo por culpa de Afrodita, Hestia y aunque no lo crean Hera.

Su historia de amor conmovió tanto a la diosa del matrimonio que no dudo en ir con Hestia por más detalles sobre aquella pareja tan poco común como la que vio en ellos dos, era amor puro algo que no creía que fuera verdadero entre los mortales o entre los mismísimos dioses.

Volver a ver tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora