Dex representa para Horacio, su primer amor, lo conocido y lo cómodo. Regresar a donde fuiste feliz, es un instinto. Porque la alternativa lo asusta, la espera, la incertidumbre es lo que representa Volkov, pero ¿Por qué él aún le afecta?
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El viento acariciando su figura, en tanto se aferra a la cintura de él, es quizá el recuerdo que más asocia con Dex. Cuando uno es joven, cuando la relación que mantienes es un secreto para el mundo, aquellos viajes en motocicleta eran la excusa perfecta para el joven horacio abrazara sin remordimiento el cuerpo de su amado, aquella interminables horas en donde mantenían esa posición solo para disfrutar el estar juntos en búsqueda de rincones alejados, para que en secreto se entregarán a la pasión de un amor juvenil. Pero ya con casi más de una década de esos recuerdos de juventud, ahora Horacio aprecia aquel paseo con una nostalgia del pasado, y algo culpable de disfrutar más la sensación que le hace sentir aquello, que disfrutar nuevamente del presente. Quizá tan perdido está en sus pensamientos que no se ha percatado que ya se encuentran en el control del FBI, que les están pidiendo sus identificaciones, y que trás ellos hay un automóvil esperando su turno.
Horacio muestra la identificación, así como Dex para que les den el acceso, pero el primero se niega a siquiera dar la vuelta, porque siente la presencia contraria, de aquel hombre que en su momento le prometió su apoyo y ayuda para encontrar a Gustabo. Por un momento mientras Dex estaciona aquella motocicleta, se siente culpable por seguir aferrándose a su cintura, un poco de vergüenza de haberse comportado de esa forma, en especial cuando aquel automóvil oscuro estaciona algunos metros más lejos.
— Horacio.
— ¿Sí?
— Solo ten cuidado eh, se que Maia me ha traído con alguna intención, pero eso no quita que realmente esperaba verte, y aunque se que no confías en ella, hay algo en lo que tiene razón debes cuidarte mejor.
— Basta, no soy ya ese joven que necesitaba ser vigilado.
— Lo sé, eres el director del FBI. Pero eso no quita que me preocupe por ti.
Dex extiende la mano, busca la de Horacio, este recuerda el gesto, tan familiar, es como ver el pasado regresar, la familiaridad del acto hace que él estire la suya en reflejo para tomar la mano contraria, aún asi se siente diferente, él se siente torpe, en especial cuando escucha el sonido de los pasos contra el asfalto, con aquella cadencia que él tanto conoce. El de cresta desea que su cuerpo no esté tan consciente de la otra presencia, se niega incluso que sus ojos lo vean tan solo de reojo. Pero es como luchar contra la gravedad, porque es así cómo se siente cuando está cerca de la presencia de su ex mentor y actual subordinado, y es así como sus ojos por un momento se encuentran con la mirada grisácea que hace detener por un momento su respiración, y le devuelve las ganas de recuperar la mano.
Pero la frialdad en estos a su vez lo hacen mantener el agarre. Dex que también es un agente entrenado, gira quizá consciente o no de que no se puede dar la espalda a un enemigo, o contrincante, porque quizá solo ha seguido la dirección de la mirada de su novio, y no debe ser problema intercambiar saludos con los colegas de este.
— Priviet Horacio.
— Buen día V, este es Dex, es de la milicia y ...
— Su novio, un gusto.
Dex no suelta la mano de Horacio y extiende la contraria para dar el típico saludo de manos, aunque lo más correcto sería quizá dar un saludo al estilo militar. El corazón de Horacio late ansioso, pero se aprieta un poco cuando aquellas pálida mano estrechan sin problema la contraria.
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Compendio de One-shot's Volkacio
FanfictionCompendio de historias de VOLKACIO, en diferentes situaciones, mientras se desarrolla su vida en la caótica ciudad de Los Santos. Acompáñame a vivir cada historia por separado y disfrutar más de ellos dos. Estaré agregando historias cada que escrib...