365 Días Juntos

|Día 60|

Maratón 4/6

La puerta sonó "toc toc" más nadie salió porque los cuatros se encontraban plácidamente en la comodidad de sus camas, pero el sonido era persistente que el mayor se despertó dirigiéndose a la entrada privada

— ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo? — tambaleaba mientras trataba de abrir completamente los ojos — Lechuza — dijo viendo al animal que traía una gran caja

Levantó la caja y la pobre lechuza se quedó acostada en suelo cansada de todo lo que tuvo que cargar, la caja tenía una pegatina la cual decía que el paquete era frágil

— ¿Qué es esto?

Con curiosidad comenzó a abrir la caja, el contenido venía envuelto en burbujas para que no se dañara y encima venía una nota, sus amigos se la habían mandado

— ¿Regalo adelantado de navidad? — leyó la nota

Después de quitarle las burbujas pudo observar cinco botellas, eran distintos tipos de vinos

— ¿Quien era? — Draco bajaba las escaleras aún con pijama

— Solo el correo — dijo sin importancia

— ¿Algo para mi? — preguntó Luna tratando de ver hacia la puerta

— No, era para mi — aviso el mayor tratando de irse con su caja

— ¿Que llevas ahí? — Harry quien se había levantado por el ruido miraba la caja con curiosidad

— Nada que les interese — subió hasta llegar a su habitación — Ni se les ocurra tocarlo

— Jamás desobedecíamos una orden — sonrió Luna levantando su mano a la altura de su hombro

— Más les vale

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— ¿Que creen que sea? — Luna susurró a los otros dos

— ¿Y si son cosas ilegales? — Harry estaba que se mordía las uñas

— No hagas eso — el rubio le dio un manotazo — Te vas a dañar las manos, además, Cedric jamás haría algo así

— ¿Ya no lo odias? — el gryffindor lo vio neutro

— Supongo que nunca lo hice — se encogió de hombros

— ¿Quien puede odiar a Cedric? — divagó Luna con una ceja alzada — El siempre nos cuida, peor ese no es el caso — se puso seria — Hay que descubrir qué hay en la caja

— Pero el sigue aquí — recordó Potter — No podemos hacer algo, sería demasiado obvio

— Chicos — el hufflepuff se dirigía a ellos vistiendo un abrigo y llevando unas cartas consigo — Saldré un momento para entregar esto — levantó las cartas — Pórtense bien

— Decías — la chica volteo a ver al hryffindor que tenía los ojos bien abiertos — El destino estaba nuestro favor

[•••]

Dando pasos sigilosos subían las escaleras uno detrás del otro como todos unos espías profesionales, camuflándose como camaleones hasta llegar a la habitación del mayor

— El cuarto es muy ordenado — analizó Draco viendo los muebles — No será tan difícil encontrarlo ¿verdad?

Luego de quince minutos no había rastro de la caja misteriosa. Armario, escritorio, cama, basurero; no estaba en ninguno de esos lugares