365 Días Juntos

|Día 50|

Maratón 2/6

—  ¡Atención! — el mayor tomó una copa junto a un tenedor para generar sonido — Hoy voluntariamente limpiare sus habitaciones así que necesito que se queden en el piso de abajo para no desconcentrarme ¿de acuerdo? — los otros no hablaban — Lo tomare como un si

— No te atrevas a tocar mi habitación — Luna lo apunto con su dedo índice viéndolo amenazadoramente

— Un cuarto menos, es mucho mejor para mi — rió nervioso huyendo del lugar junto con sus herramientas de limpieza

Los otros tres se quedaron en la sala cada uno en un rincón haciendo sus deberes mientras se escuchaba como el mayor barría por todos lados. Harry estaba por las ultimas hojas del libro de pasiones cuando se quedó congelado hasta por un momento dejo de respirar y si rostro se puso pálido

— ¿Estás bien? — la chica dejó un rato sus apuntes al ver el rostro de su amigo

— ¿Acaso viste un fantasma? — se burló el rubio — Aunque no debería sorprenderte, ¿Viste una cucaracha? — la última pregunta la dijo asustado

— ¡Mi armario! — los otros dos al fin entendieron a lo que se refería — ¡Es mi fin!

— No se de que hablas — Draco sumergió su rostro entre las paginas tratando de ignorarlos

— ¿Tenias armario? — Luna se hizo la sorprendida

— ¿Es enserio? — se sintió traicionado — Se supone que éramos un equipo

— La traición puede venir de las personas más cercanas así que no te sorprendas — la ravenclaw volvió a escribir en las hojas

Desde el segundo piso se pudo escuchar como caían cosas al suelo generando un ruido por toda la cabaña y lo siguiente que vieron fue al hufflepuff bajando las escaleras con el rostro serio tratando de controlar su ira. Lovegood y Malfoy apuntaron a Potter delatándolo como el culpable

— Si mal no recuerdo hace unos cuantos días atrás te había pedido que ordenaras tu habitación ¿no es así?

— Si — el de cabellos azabaches no se atrevía a levantar la mirada

— Entonces solo decidiste amontonar todas las cosas en un solo lugar — el mayor parecía tener un tic en el ojo

— Lo siento tanto, prometo ordenar todo que te sorprenderá y dudarás si es realmente mi habitación

— Por supuesto que lo harás — lo jalo de la oreja obligándolo a caminar — Y será ahora mismo además estaré a tu lado para que no vuelva sucedern

— Sálvenme — miró a sus dos compañeros quienes lo ignoraron

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— ¿Por que tienes ropa tan vieja? — tomó una camisa tan desgastada que se podían observar unos cuantos agujeros en ella

— Son de mi primo Dursley — siguió doblando la ropa — Cuando ya no le quedan me las dan a mi

— Tu familia si así se pueden llamar me disgustan — tiro la playera a la basura

— ¡Oye! ¡No las tires!

— Tranquilo, compraremos más y esta vez serán nuevas y de tu talla — baja otra caja — Toma, es la última

— Es mi caja de música muggle — la abrió con emoción sacando los objetos

— ¿Que son esas cosas?