- ¡Odio tener que venir aquí cada año! ¡Mira! - exclamó Effie con horror, apuntando hacía sus botas. Haymitch sólo siguió su dedo con la mirada, confundido.
- ¿Qué estoy viendo?
- ¡La nieve las arruinó! Al menos en verano no tenía ese problema, pero este clima destrozará mi ropa...- se lamentó infantilmente, sacándole una carcajada seca.
-Princesa, esas botas estaban arruinadas desde que las compraste- la mujer solo bufó, cuestionándose qué hacía en el pórtico de Haymitch en primer lugar, sentada en una banca junto a él, apartados. Le sorprendió verlo afuera, pues siempre asumió que era de los que se encerraban hasta que se le ordenase lo contrario. Él pareció extrañarse de verla sentarse junto a él, pero no la corrió.
-Lo que hago por esos niños- miró a la casa Everdeen, de dónde había salido al hartarse de las evasiones de la castaña. La adoraba, pero Katniss podía ser una arisca cuando se lo proponía, y ella no era la más paciente tampoco. La señora Mellark no era agradable, así que ni siquiera pensó en fastidiarla. Solo quedo probar suerte con Haymitch o vagar sola hasta que tocase ir al tren, y Haymitch la dejo quedarse.
-No habías venido en invierno, ¿Verdad?
-No, nunca había tenido porqué hacerlo. Tampoco había pisado este lugar, solo la plaza y el palacio de Justicia.
-No te perdías de mucho. El 12 apesta, donde y cuando sea.
-Quitando el horrible efecto en la ropa, la nieve es encantadora. Pensé que era más blanda- recordó con amargura a un mocoso que le había arrojado una bola de nieve de camino a la Aldea de los Vencedores. Nada más porque traía tacones, pero ganas no le faltaron de ir a reprenderlo.
- ¿No hay nieve en El Capitolio? - ¿Por qué preguntaba? No le interesaba en lo absoluto qué ocurría en ese lugar maldito. No fue hasta que respondió que Haymitch supo que lo hizo tan solo para escuchar su voz...lo cual era raro. ¿En qué momento la voz de Effie se había vuelto algo agradable a su oído?
-Falsa, solo para adornar las tiendas o parques. La verdadera es muy inconveniente...pero eso ya lo sabes, obviamente.
-Obviamente- repitió él, suspirando-. La nieve sólo obstruye calles.
-Entonces prefieres el verano...- sugirió ella, pero él arrugó el ceño.
-...Es peor, creo. El calor es insufrible, y cuando queremos hielo, no hay. Incluso aquí se va la energía por las lluvias...
-...Debe haber algo que te guste aquí ...
- ¿Debe? - la mujer asintió, y para variar el hizo un esfuerzo por pensar en algo que responderle. Era una tarea difícil: él estaba perpetuamente amargado, y bajo esa mirada todo era irritante o molesto-. El prado. Ahora está cubierto de nieve, pero en verano era agradable ir al prado.
- ¿Era?
-No lo he pisado en años- Effie quiso preguntar más, pero bastó con ver lo sombrío en sus ojos para callarse. Era evidente que estaba recordando algo triste.
- ¿Qué es eso? - preguntó curiosa al ver como en el cielo, mismo que se estaba tornando naranja-morado por el atardecer, brillaban puntos extraños. Haymitch la miró incrédulo varios segundos, antes de responder.
-Son estrellas, Effie, y dudo que con casi 30 no las hayas visto...
-... ¡No digas mi edad en voz alta! - regañó apenada, mirando alrededor para confirmar que nadie lo hubiera escuchado-. Si las he visto...pero no tan brillantes. En casa ni se ven por las luces de la ciudad...- explicó con simpleza, todavía algo maravillada con el cielo al atardecer. Haymitch no le veía el encanto: era solo el cielo, estaba en todos lados, y en el 12 casi siempre estaba lleno de hollín, impidiendo ver más que humo negro.
-...Pues tuviste suerte, princesa: hoy si se pueden ver- se limitó a decir, no queriendo arruinarle la ilusión mucho más. En qué momento le empezó a importar no fastidiar tanto a su compañera le era desconocido, pero era la verdad...no que fuera a reconocerlo frente a ella, claro.
-Noté a Katniss nerviosa...inquieta. Le pregunté al respecto, pero no me dijo nada.
-Claro que no te dirá nada. Esa mocosa podría estarse muriendo y no diría nada- se quejó él, claramente harto de esa actitud en ella-, pero podría ser solo el asunto del Tour. No sé si lo has notado, pero nuestra chica en llamas no es una persona sociable...- ironizó, sacándole una risa.
- ¡Ay, ya sé! Tiene suerte de tener a Peeta de su parte- Haymitch asintió, sabiendo que, a pesar del tono ligero, aquello era una declaración cierta y grave.
Esos dos habían conseguido sobrevivir gracias a que él los vendió como pareja: no podrían separarse ni queriéndolo. Él genuinamente se sentía mal por eso, por ambas partes, pero en el momento solo pensó en querer salvar al menos a uno de los dos. Jamás se imaginó que fuera a funcionar de ese modo. La parte más paranoica en él dudaba demasiado de los meses de "calma" que habían estado teniendo, con solo las pesadillas y gritos vecinales agobiándolos. Sentía que era la calma que anticipa tormentas, y no saber qué pasaría lo estaba volviendo loco.
- ¿Van a cubrirte el año que viene?
- ¿Qué?
-Katniss y Peeta, me refiero. ¿Piensan suplirte como mentor?
-No lo hemos hablado- respondió con simpleza, tomado por sorpresa por la pregunta.
Era la verdad: entre las mudanzas, sus borracheras, el que Katniss pasaba gran parte del tiempo en los bosques y que Peeta tenía la prudencia de no tocar temas delicados, nunca se habían sentado a hablar de qué harían en los próximos juegos, el tercer Vasallaje...un escalofrío lo recorrió por pensar en la maldita palabra, recordando su tiempo en la arena como si hubiera sido ayer. ¿Qué atrocidad tendría planeada Snow para el siguiente año?
-...Es lo justo- escuchó a Effie decir, interrumpiendo sus escabrosos pensamientos-. Ya van a ser 25 años para ti. Mereces descansar- a pesar de sus palabras, se notaba la duda en su expresión, como quien no está convencido de su argumento.
-Nada es justo. Créeme, muchos verían más injusto atormentar la vida de una pareja joven habiendo alguien ya atormentado capaz de tomar su lugar- Effie no supo qué decir, encontrando la situación demasiado triste como para endulzar. Si bien le alegraba que Haymitch hubiera podido encariñarse de alguien, le dolía que su afán de cuidarlos le negase la oportunidad del infierno que lo había llevado a los vicios en primer lugar-. No pongas esa cara, Effie. Al fin te desharás de mí- trató de bromear, pero ella no pareció encontrarle la gracia.
-Yo no quiero "deshacerme" de ti. Tampoco quiero que sigas, pero tampoco quiero que los niños tengan que lidiar con todo lo de la mentoría- la voz se le quebró un poco al llegar a lo último, y tuvo que callarse para respirar y calmarse, pues no quería romper a llorar.
Se sentía estúpida: ¿En qué momento se permitió llegar a ese punto? ¿Por qué no pudo permanecer profesional? ¿Por qué le afectaba tanto lo que ellos hicieran, siendo que a ellos no les importaba ella? ¿Por qué encontraba la idea de no volver a ver a Haymitch intolerable? ¿Por qué había llamado "niños" a los tributos que había dado por muertos meses atrás?
-Iré a cambiarme- se despidió Haymitch, abrumado por la declaración de Effie. La mujer ni siquiera se giró a mirarlo, demasiado apenada de su exabrupto emocional, quedándose sola en el pórtico de esa casa. Debía calmarse, recuperar la compostura. No había ido a vacacionar, tenía vencedores que asesorar.
Lo que decidieran ellos sería lo mejor, o al menos de eso trató de convencerse, del mismo modo que trató de creer que todo estaría bien, a pesar de que era claro que no.
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Casi Humana - Hayffie One-shots
FanfictionElla, una chica del Capitolio. Él, el único Vencedor vivo del 12. Nada en común, solo su papel en los Juegos... ¿O no?