Peonia 8

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La familia Jin y los dos hermanos Lan, estaban comiendo, Jin ZiXuan comía mientras veía como su pequeño hermano jugaba ocasionalmente con sus pequeños zorros y los conejos que le había regalado a HanGuang-Jun.

A-Ying come bebé, tus pequeños zorros no se van a ir.
—Habló con cariño Madame Jin mientras le daba unos dulces a su hijo mayor.-

Bueno —Hizo un pequeño puchero mientras su hermano le mostraba un dulce, haciendo una gesto de silencio discretamente. Pues se supone que el no debe comer dulces antes de comer algo o durante la comida, pero su hermano lo mima mucho.- Jeje, ummm… —Comió con unas sonrisas traviesas.-

Sin embargo, antes que pudiera seguir comiendo, un ladrido se escuchó, provocando que el menor de los Jin se tensara. Inmediatamente los pequeños zorros se acercaron a su amo, como tratando de protegerlo. Antes de que alguno de los Jin restantes, el pequeño Ying vio al perro a su lado, por instinto se levantó y comenzó a correr.

Espera A-Ying, espera… —Jin ZiXuan al ver esto comenzó a buscar a su hermano, quien seguramente ya se había subido a cualquier lugar alto para que el perro no lo siga.-

—Un golpe se escuchó en la mesa, era Jin GuangShan.- ¿Quién dejó entrar a este perro?

A-Xuan, ¿dónde está tu hermano? —Preguntó Madame Jin mientras buscaba al menor de sus hijos con la mirada.-

No lo sé, no está en su habitación y tampoco en los lugares habituales. —Habló preocupado por su hermano.-

Los sirvientes corrían de un lado al otro, unos buscando a su pequeño amo, otros tratando de buscar a quién dejó entrar a ese perro, los cuales estaban prohibidos en la secta Jin, por evidentes razones. Los gemelos también se unieron a la búsqueda, ya tenían poco más de 30 minutos buscando al pequeño y estaban preocupados.

Ah, demonios —Jin ZiXuan parecía haber recordado algo que evidentemente había omitido en su preocupación. Y comenzó a caminar, siendo seguido por Lan WangJi.-

Joven maestro Jin, ¿a dónde va? —preguntó HanGuang-Jun preocupado.-

Hay un lugar donde sólo nosotros dos podemos pasar y donde estará seguro de cualquier amenaza en su contra, ni mis padres conocen ese lugar. —explicó ZiXuan mientras caminaba entre árboles y llegaba a una pequeña pendiente. Y efectivamente ahí estaban Re e In, quizá esperando que su amo jugará con ellos.- sssh

Escucharon un pequeño llanto, el cual los asustó. Pues Lan WangJi nunca había visto a Ying llorar y ZiXuan tenía años que no veía a su hermano llorar. Ambos respiraron, pero ni toda su fuerza pudo evitar que el pequeño Jin llorara o tuviera miedo. Se sentían impotentes y tontos.

Pequeño —Hablo casi en un susurro ZiXuan.-

Está inconsciente. —Lan WangJi habló mientras veía al menor.-

Será mejor que lo llevemos a su habitación. Ahí estará a salvo. —Sin mucha explicación ZiXuan cargó a su hermano, limpió el rastro de lágrimas y se enfocó en defenderlo de todo.-

¿Tiene fobia? —Preguntó Lan WangJi mientras llevaba en sus brazos a los pequeños zorros.-

Si, los primeros años después de que murieron sus padres biológicos, tuvo muchos problemas, ahora dice que ha olvidado casi todo lo que pasó antes de estar con nosotros, pero el miedo a los perros no. Es un trauma tan grave que lo paraliza. Ahora pudo correr, quizá porque los pequeños Re e In, trataron de defenderlo, pero ha habido otras ocasiones que no. Mataré al maldito que metió al perro. —Habló ZiXuan mientras veía como su padre caminaba hacia ellos.-

Lo encontraron —habló aliviado Jin GuangShan mientras él tomaba a su hijo para que lo revise el médico.- Vamos al médico.

Mn —Lan WangJi iba a hablar, pero dudó. Aunque al sentir la mirada del líder Jin, se armó de valor y habló.- Tocaré Calma para él. Eso servirá más que un medicamento.

La Peonia de la Adversidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora