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Estoy confundida, demasiado confundida. Hailee y Sophie, que mierda se supone que tengo que hacer. Estoy con Sophie, la amo y quiero muchísimo y Hailee, ella es tan dulce, amable, es muy hermosa.

Sentí voces a lo lejos, luces en mi rostro y un ardor enorme en mi mejilla, abrí mis ojos rápidamente y encima mío estaba Krista con cara de preocupacion. Resulta que me había dado una bofetada. Me encontraba algo perdida, porque estaba en mi casa, en mi cama. ¿En qué momento llegué hasta aquí? Me senté y mire a mi alrededor.

— Hasta que al fin despiertas, cuánto bebiste anoche? Recuérdame no llevarte de fiesta otra vez —Habló Krista quitándose de encima mío. Se paró frente a mi, tomo mis hombros y comenzó a sacudirme— Reacciona chica!!! Por dios! Pareces un zombie.

— Hailee.... —Fue lo único que pude decir, mirando el ombligo de Krista ya que estaba frente a mí. Ella tomó mi mentón e hizo que la mirara a los ojos.

— ¿De qué hablas? ¿Qué sucede con Haiz? —Preguntó ella algo confundida, pues no entendía a que me refería.

— La fiesta. Hailee dijo que.... Que le gusto! Dime! Que se supone que debo hacer ahora... —Dije ahora sí reaccionando, tirandome hacia atrás, logrando mirar el techo de mi habitación. Solté un suspiro y sentí como la cama se hundió a mi lado, pues Kris se había acostado junto a mí.

— Vaya, eres toda una rompecorazones pequeña T/N... ¿Quien lo diría? Mira, a ti quien te gusta? Osea, no estás con Sophie? —Preguntó ella

— No lo sé.... Es tan complicado —Hablé tapándome la cara con ambas manos, solté un suspiro para volver a la normalidad y me senté nuevamente.

— Bueno, primero, quédate quieta.... Pareciera que tienes hormigas en el trasero. Segundo, tú y Sophie. Que son? Novias? Amigas con derecho? —Habló Krista, sentándose como indio sobre la cama.

— No se, solo nos besamos.... Y de ahí me empezó a tratar como su novia, pero nunca oficializamos nada! Me gusta Hailee, no te lo negare.... Quizás, estuve con Sophie para tratar de olvidarla, pero las cosas solo se complicaron —Respondí. En eso oí como alguien tocó la puerta que estaba abierta, mire rápidamente hacia ella y ahí estaba parada Sophie, apretando sus labios con los brazos cruzados. Abrí mi boca sorprendida para levantarme de la cama automáticamente y acercarme a ella, vi como sus ojos se cristalizaban.

— Entonces, tenía razón. Nunca la superaste. Osea que esto.... Esto nunca fue real. —Habló ella señalandonos a nosotras dos, refiriéndose a lo que sea que tenemos o mejor dicho, teníamos.

— Y-yo... Lo lamento Sophie, no quise hacerlo —Dije muy arrepentida a lo que ella negó con una sonrisa algo forzada, una lágrima cayó por su mejilla a lo que ella la seco rápidamente con su mano, se dió media vuelta y bajo corriendo. Escuché el portazo que me dió a entender que se había ido, quizá para siempre.

Un silencio invadió mi cuarto, podría decir que hasta la casa. Todo era completo silencio, me voltee al recordar que Kris fue testigo de todo lo que había sucedido. Ella al verme con los ojos cristalizados, corrió a abrazarme instantáneamente. Acaricio mi cabello, lo cual me calmó un poco, me sentía realmente mal, demasiado culpable, nunca tuve la intención de lastimar a Soph, pero aún así lo hice.

A los minutos, me separé de Kris, ella secó las pocas lágrimas que tenía en mi rostro con su pulgar y acaricio mi mejilla. Tomó mi mano y bajamos juntas hacía la cocina, me senté en una silla junto a la isla a lo que ella me servía un vaso de agua, me extendió el vaso y yo le agradecí por aquella acción.

— Lamento lo de Soph... —Dijo ella, como para romper el hielo, pues había un silencio demasiado incómodo. Yo solo me límite a sonreír levemente mientras negaba con la cabeza, restándole importancia.

Viendo las Estrellas [Hailee Steinfeld y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora