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— ¿¡QUE RAYOS TE SUCEDE!? —Se quejó la chica a quien había golpeado, que se encontraba cubriendo su rostro.

— Disculpa!? Tú fuiste quien me tomo del brazo de la nada, me asusté! —Respondí algo irritada.

La chica sacudió un poco su cabeza y acomodó su cabello, al quitar sus manos de la cara pude lograr ver su rostro. No lo puedo creer, es ella!

— ¡Sophie! ¡¿Que haces aqui?! —Una sonrisa se había formado en mi rostro. No puedo creer que ella esté aquí.

Los pondré al tanto. La chica que acaban de conocer, es Sophie. La conocí hace años, en un campamento al cual fui por unos meses. Lamentablemente no pudimos vernos más, ya que su familia se tuvo que mudar y ahora ella vive en Alemania. Seguíamos enviándonos mensajes, pero nada más. Creí que no la volvería a ver, PERO MIREN! Acabo de darle un puñetazo en toda la cara.

— Vaya bienvenida... —Dijo la chica de pelo rubio con una sonrisa divertida. Se acercó a mí y me abrazo— Será mejor que vayamos a tu casa, no es muy seguro que hablemos aquí

Yo asentí y nos dirigimos a mi casa. Cuando llegamos, entramos y todo estaba oscuro. Uno de mis hermanos se encontraba durmiendo en el sofá de la sala, junto a su perro. Nosotras subimos a mi habitación silenciosamente y al llegar, volví a abrazarla con más seguridad. Sophie se acostó en mi cama mientras con sus manos jugaba con un cubo Rubik que tenía por ahí, mientras que yo acomodaba su ropa.

— Bien, no me contarás porque volvías tan tarde a casa? —Preguntó la chica rubia que no despegaba la mirada de aquel cubo el cual le estaba costando bastante tiempo armarlo. Yo solté una pequeña risa mientras negaba con la cabeza.

— Había salido a comer con Krista y con Marcus, no sé si los recuerdas, ya te he hablado de ellos... —Comenté para acto seguido guardar las prendas de ropa que acababa de doblar, en un cajón.

— Oh, si! Krista es aquella hermosa chica y Marcus el chico de ojos claros, muy guapo ha decir verdad. —Respondió Sophie, para acto seguido tirar el cubo a un lado de la cama. Reí levemente y negué con la cabeza.

Estuvimos hablando casi toda la noche, poniéndonos al día. Le hable sobre Hailee, dijo que se oía agradable y que me ayudaría a conquistarla. Sophie es increíble, no puedo creer que tenga a alguien como ella a mí lado.
Nos fuimos a dormir a eso de las 3:27 AM. Ella dormía junto a mí, no es nada nuevo, ya que en el campamento solíamos dormir abrazadas. Les debo confesar algo, admito que Sophie me gustó en el pasado, a ver. Es hermosa y a la vez es genial, tenía un gran crush en ella. No les voy a mentir diciendo que no estaba enamorada. Y a decir verdad, puede ser que haya tenido sentimientos encontrados ahora que la vuelvo a ver.

[...]

— Despierten! Arriba! Son las 8:59 AM! DESPIERTEN —Gritaba mi pequeño hermano, quién se encontraba saltando sobre mi cama mientras me golpeaba a mi y a Sophie con una almohada.

— Pero qué- YA VERAS NIÑO! —Dijo Sophie para acto seguido levantarse rápidamente, salir detrás de Charlie y atraparlo. Lo tiró al piso y comenzó a hacerle cosquillas. Se veían realmente tiernos.

Mientras ellos jugaban, fui al baño a darme una ducha rápida. Al salir, me vestí rápidamente y baje. Mis hermanos estaban desayunando y Soph jugaba con nuestro perro.
Yo debía ir a clases, pero hoy por suerte entraba tarde, ya que una profesora se enfermo.

Una vez ya en la escuela, traje conmigo a Sophie. En la puerta estaban esperándonos Marcus y Krista. Krista y Sophie ya se conocían, hace unos años las había presentado, por suerte se llevaron muy bien. Ahora son amigas.

— Me lleva el diablo, Sophie Parker!! ¡¿Que haces aqui?! —Preguntó con emocion Krista, acercándose a Soph para darle un abrazo.

Sonreí ante la situación, me hace ilusión que mis amigas sean amigas. A veces no es el caso, he oído que una amiga se pone celosa de otra y no me gustaría que eso pasara. Ambas se encontraban abrazadas, acto seguido, los cuatro entramos a la escuela. Yo había enganchado mi brazo con el de Marcus, mientras él me hablaba del bolso Gucci que le había comprado el novio de su mamá a su madre.

Viendo las Estrellas [Hailee Steinfeld y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora