❥Íntimos amigos ⁀⋱‿ ♡▕Jɪmɪɲ▏⊰۝

❝Capítulo 19: ¿Quieres continuar?❞

Nos quedamos un rato más hablando de cualquier bobería, conmigo en todo momento apoyada cómodamente mientras descansaba mi cabeza en su pecho. Jimin no se quejó de mi cercanía a pesar de que soltaba chistes de doble sentido para molestar, en cambio lo encontró bastante divertido, al punto de regresar como respuestas chistes bastante parecidos a los que le decía.

Estuvimos mucho tiempo así, la mayor parte de la tarde siendo sincera. Después de ello... una cosa llevó a otra, y la charla se centró más que nada en tocar, en vez de interactuar con palabras. Un desliz de mano por aquí, una caricia por allá... Así hasta que nuestros rostros se encontraron tan cerca que podíamos respirar el aire tibio que nosotros mismos liberamos. Jimin me miró con un poco de ternura y por alguna razón yo le regresé la misma mirada. Acarició mi cabello con cuidado hasta que su mano llegó a mi mejilla, me tomó del rostro suavemente y acercó aún más su rostro al mío hasta que nuestras narices se rozaron apenas en una caricia suave.

—¿Te puedo besar? —Su gesto me pareció lindo. El hecho de que preguntara aquello hizo que sintiera una satisfactoria sensación en mi interior.

No le respondí con palabras, pero claramente lo entendió cuando ladeé un poco mi cabeza dejándole el camino libre para que nuestros labios se pudieran tocar con mayor facilidad. Sus labios se movieron lentamente sobre los míos, sus ojos permanecían cerrados, o al menos eso pude comprobar cuando por curiosidad abrí un poco mis ojos, que en verdad no sé en qué momento se habían cerrado.

Me acomodé lo mejor que pude cuando me invitó con suaves gestos a que me colocara más sobre él. No le quise incomodar ni hacer daño, menos gracias al poco espacio con el cual disponíamos en el sofá, por lo que amablemente lo incité a que se hiciera hacia atrás lo más posible para que yo pudiera quedar a la orilla del mueble; en cualquier caso la que caería sería yo y no él.

—¿Qué haces? Te puedes caer, boba —Separó sus labios de los míos, rompiendo el beso para decir aquello. Su brazo derecho, que era el que se encontraba libre, fue a parar a mi cintura sosteniéndome con fuerza y evitando que me alejara de su persona.

—Te estoy protegiendo, Jimin. No quiero que te caigas solo por tomar el papel de chico protege a chica. Si quiero yo también puedo tomar un papel parecido —Su rostro aún continuaba muy cerca del mío, por lo que pude apreciar claramente la sonrisa tonta que se había formado al momento de escuchar mis palabras.

¿Qué le había dado gracia para poner esa expresión?

—No estoy tomando ningún papel en concreto, Soo. Solo quería que estuvieras sobre mí, ¿no entendiste la indirecta? —Sería una mentira si dijera que mis mejillas no se sintieron acaloradas por lo que había escuchado. Y mucho más cuando me apegó aún más a su cuerpo. Escondí mi rostro entre el espacio que quedó entre su cabeza y la parte donde se toma asiento—. Dios... no me digas que te avergonzaste. Ay, ¿ves que también puedes ser tierna cuando quieres? —No le quise ver en ese momento, menos cuando sentía todo mi rostro arder de la vergüenza.

—Me gustaría que fuéramos a tu habitación. —Fue lo único que se me ocurrió decir para poder cambiar rápidamente de tema. Pude sentir como inmediatamente tras escuchar aquello Jimin se tensaba, más que nada, sorprendido por mi comentario.

—¿Ahora mismo? Pero si estamos tan bien aquí...

—Aquí es muy poco cómodo para lo que tú quieres. Si en serio quieres que esté sobre ti, una cama es lo más apropiado —Ni siquiera había salido de mi escondite improvisado cuando mi amigo ya se estaba poniendo de pie. Me sorprendió su acción, yo era la que había hablado para proponer aquello, y aunque no había sido su idea, pareció ser que no le había parecido para nada desagradable.