❥Íntimos amigos ⁀⋱‿ ♡▕Jɪmɪɲ▏⊰۝

❝Capítulo 15: ¿Tan rápido?❞

Estaba preparada para la ocasión, o al menos eso me gustaba pensar. El día anterior me había depilado lo suficiente para sentirme segura de mí misma, y aunque suene un poco hipócrita contradecir mis propias palabras, todos aunque sea una vez caemos en la tentación de hacer lo mismo que el resto. Incluso por mucho que lo neguemos, para encajar a veces hay que ir contra algún principio propio. Y eso no es caer bajo, por mucho que alguien lo pueda pensar así, simplemente es dejarse llevar por la corriente.

El lado bueno de aquello era que por lo menos lo estaba haciendo por mí, no obstante, de todas formas sabía que en el fondo una parte estaba relajada por haberlo hecho. Aunque Jimin ya me había tenido ante él como yo me mostraba sin decir nada malo al respecto, para la situación había decidido que hacerlo no estaría mal, después de todo no era una obligación que lo hiciera, pero con cosas tan "especiales", es inevitable no querer sentirse acorde y no fuera de lugar. Anteriormente había dicho que no era la gran cosa... pero en el fondo sentía que no era algo que podía suceder todos los días.

Nuestros labios se juntaban sin descanso, mientras estábamos sumergidos en nuestra propia burbuja de... algo raro. Después de todo lo que habíamos hecho no estaba segura de poder seguir catalogando a nuestra amistad como tal. Y era extraño, pero en el momento solo me dejaba llevar sin pensar en nada más que no fuera Jimin y sus besos que no me dejaban pensar en nada más que en su suave piel.

Sus caricias inexpertas pero gentiles recorrían mi cuerpo con temor, y más que nada cuidado. Podía sentir sus mejillas calientes por la vergüenza, y obviamente por la agitación que tenía al verme solo en sostén. Yo no estaba muy diferente a él. Tenerlo sin camiseta y con el torso desnudo tenía un efecto en mí que no podía ser natural, porque que la piel de alguien fuera como un hechizo no tenía que ser algo normal.

—Tu mamá llegará en cualquier momento... —comentó agitado, separándose un poco para respirar con fuerza y llenar sus pulmones con el aire que le faltaba.

—Probablemente así sea... No sé porqué aún no hemos parado —respondí de vuelta. Acalorada en exceso; por los besos y la adrenalina de no saber cuándo nos detendríamos.

Un poco avergonzada acaricié su espalda desnuda sintiendo de paso la suave piel de sus costados, y mientras hacía eso dejaba suaves besos en su mandíbula y cuello. Él sonrió débilmente por mi acción y se alejó, quedando apoyado en las almohadas de su cama. Sus mejillas estaban rojas y entre sus piernas nuevamente un bulto crecía.

—¿Tan rápido? —pregunté sabiendo que él entendía a lo que me refería.

—No es mi culpa... mi cuerpo simplemente reacciona solo. —Mordió su labio inferior, desviando su vista. Solo luciendo más lindo de lo que ya era.

Enternecida por su expresión, dirigí mi pie hacia su hombría para molestarlo un rato. Subí y bajé creando un movimiento de no mucha fricción, que tras unos segundos aumentó la fuerza que aplicaba al oírlo jadear con intensidad. No quería hacerle daño, pero aquellos sonidos que salían desde el fondo de su garganta me prendían de sobremanera.

—Ah... ¿Dón...de aprendiste a hacer esto? —jadeó con sus ojos cerrados, mientras murmuraba para evitar jadear tanto— Es muy bueno..mh.

—Lo vi en un video, y me preguntaba... que tan bueno sería hacerlo cuando tuviera oportunidad —Mi vientre comenzó a cosquillear al ver su imagen, sus expresiones y escuchar sus casi inaudibles gemidos (que intentaba acallar sin mucho éxito). Jimin sin duda era una caja de sorpresas, un minuto parecía un bebé y al otro me daba ganas de comerle a besos la boca.

—Eres muy mala... por tu culpa tendré que cambiarme ropa interior otra vez. —Intentó reír, pero se vio interrumpido por él mismo, al jadear sonoramente.