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Berlín, Alemania
12 de agosto
- Cuál vemos, ¿la del prisionero de Azkaban o la del cáliz de fuego? - le preguntó Andrew a su hermano.
- ¿Por qué siempre dices esas dos? - dijo Marco en tono de burla -. Pon una buena, como la del príncipe mestizo.
Andrew volteo los ojos y un momento antes de iniciar la película su celular sonó. Cogió el móvil y vio que la llamada venía de su padre.
- Diga - Dijo apenas contesto la llamada.
- Hijo, podrían bajar tú y Marco a la cocina por favor - contestó el Sr. Rosso en tono serio.
- Si claro - Andrew cortó la llamada y miró a su hermano quien estaba junto a la ventana de la habitación fumando.
Marco estaba viendo los autos pasar y como las personas huían de la lluvia, hasta que una almohada golpea su rostro e interrumpe sus pensamientos.
- Deja de hacerte el interesante, hay que bajar, papá quiere decirnos algo - comentó Andrew.
- ¿Qué hiciste ahora? - preguntó sarcásticamente Marco.
- Ya sabes, cosas de niño rico mimado - soltó en un tono irónico
Esa era la forma en la que los llamaban, en cada pueblo, en cada ciudad y en cada país en el que vivieron, los hermanos Rosso fueron conocidos como "los niños ricos y mimados".
Andrew y Marco se han mudado más de 20 veces a lo largo de su vida, además de muchos pequeños tuvieron unas 15 nanas diferentes, lujos y regalos costosos para compensar la falta de amor y cariño que tenían.
De igual manera Andrew adora tener dinero, se siente poderoso. El cree que el estatus social de una persona se basa en cuantas cifras tenga tu cuenta bancaria, se podría decir que aprendió a sobrellevar el hecho de que jamás conseguiste el cariño y apoyo de sus padres con dinero y cosas materiales.
Marco por otro lado, no disfruta del poder ni de los lujos, en realidad los detesta. A Marco siempre le ha costado adaptarse y empezar nuevamente de 0. Él ha aprendido que no sirve de nada intentar hacerse amigo o tener una relación si te vas a mudar al otro lado del mundo en cuestión de meses.
Los hermanos salieron de la habitación y se dirigieron a la cocina mientras hablaron del gran partido que iba a tener Andrew la semana que viene. Cuando cruzaron la sala y llegaron con su padre lo encontraron sentado en el desayunador con una expresión muy seria en su rostro.
Andrew saco del refrigerador una manzana y tomo asiento. Mientras que Marco aguardó junto a la puerta.
Hubo un silencio profundo hasta que el Sr. Rosso coloco sus manos sobre la mesa y antes de que pudiera soltar una palabra Andrew lo interrumpió.
- ¡No! - exclamo enojado -. ¡No puedes hacernos esto otra vez!
Marco intervino.
- Te lo dije Andrew, no gastes tu tiempo intentado ser algo que no somos, no somos normales, no vamos a partidos y no salimos a fiestas los fines, nosotros metemos nuestra vida en una puta caja y nos mudamos al otro lado del continente, eso somos, la fucking mascota que va detrás de nuestro padre cada vez que decide mudarse.
- No deberías hablar así de tu familia, tu madre estaría decepcionada– exclamó el Sr. Rosso.
- No te atrevas a nombrarla - interrumpió Marco.
- Miren todo lo que hago es por su bien, ahora no lo ven, pero cuando sean grandes y tengan su propia familia lo van a entender y me lo van a agradecer.
- Solo dinos, ¿cuándo? - preguntó Andrew fríamente.
- El martes - contestó el Sr. Rosso
- ¿¡El martes!?, ¿¡El puto martes!?, ¿No podías esperar hasta el partido del viernes? - Andrew suelta agresivamente.
- Lo siento, ya está arreglado- Dijo con firmeza - es uno de los pueblos más prestigiosos de Inglaterra, "Winstor", por si quieren googlearlo.
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SIN NOMBRE
Teen FictionCuatro muertes Tres engaños Dos asesinos Un grupo de amigos Una historia llena de secretos, fiestas, drogas, guerras y amoríos. Winstor no estará en calma por un largo tiempo.