Reto

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Winstor, Inglaterra.

18 de septiembre

- Juguemos verdad o reto – propuso Thomas luego de tomar un shot de Tequila.

- ¿En serio? – preguntó Marco frunciendo el ceño -. No tenemos 9 años

- ¿te da miedo o qué? – comentó Dante intentado provocarlo.

- Aquí verdad o reto no es juego para niños – añadió Bruno –. Deberías tenerle miedo – el principal culpable de que ese juego fuera peligroso era el mismo, Bruno adoraba jugarlo, siempre iniciaba peleas o polémicas a raíz del verdad o reto.

- Ya dejen de hablar tonterías y demostrémosle a los Rosso como se juega esto - interrumpió Madison.

- Si fuera tú no hubiera dicho eso – le susurró Bruno a su amiga, el moreno tenía algo planeado y eso claramente implicaba a la pelinegra.

Luego junto al resto se trasladaron al salón de la mansión Rosso. Se veía muy grande y luminosa, al parecer su familia tenía buen gusto. Sus paredes estaban pintadas de color blanco. Al entrar el moreno logró diferenciar un juego de tres sofás beige y dos sillones del mismo color, claramente eran de temporada pasada, en el centro había una mesa ratona de madera y un candelabro de cristal colgando. Pero Bruno no podía negar que la casa combinaba perfectamente.

- ¿Quién empieza? – pregunto Connor.

- Comienza tú – añadió Bruno con la intención de ver el mundo arder.

- okey, Marco ¿verdad o reto?

- Verdad – respondió Marco con seguridad, no le apetecía estar ahí, pero era un simple juego, ¿Qué podría salir mal?

- De los que estamos aquí, ¿Quién te cae mal? – preguntó Connor en busca de una respuesta interesante y obviamente su principal intención era saber si Emma estaba en esa lista.

- Sin contar a tu hermano, obviamente – añadió Teddy.

- Supongo que tú, Connor – respondió Marco satisfecho con su respuesta, no le vio lógica a su pregunta tan estúpida, estaba más que claro que no le caía para nada ese chico y nadie de la habitación, pero, en ese momento, quiso omitir lo último y nombrarlo nada más a él solamente para fastidiarlo.

- Okey, yo sigo – intervino Dante tratando de impedir la tercera guerra mundial – Maddie ¿verdad o reto?

- Obviamente reto – Madison amaba los retos, pensaba que decir verdad mayormente podía ser más peligroso.

- Tienes que besar a...

- Andrew – propuso Bruno, miró maliciosamente a su amiga y le guiñó un ojo.

Para Madison no era nada nuevo que su amigo haga este tipo de cosas, pero en este momento se lo agradeció ya que, a pesar de no conocer al chico, era una oportunidad perfecta para poner celoso a Thomas, lógicamente no la iba a desaprovechar, en ese momento se levanta y camina hacia Andrew, quien está sentado en un sofá solo. Thomas no se veía muy contento con ese reto, pero Maddie sabía que el chico no armaría una escena de celos porque al fin y al cabo era solo un juego, o eso creía. Todos en la sala estaban en silencio, esperando a que el chico nuevo y la capitana del equipo de porristas se besen.

- Tiene que ser sensual – gritó Emma incentivando.

Andrew estaba nervioso, sus mejillas ardían y su corazón latía tan fuerte que podrían escucharlo a distancia. Recordó la última vez que dio un beso. Paso hace dos años, estaba de camino a su casa en Londres, ese día había decidido ir caminando ya que habían discutido con su hermano y no le apetecía estar con él. Recordó lo gris y tenue que se veía el cielo de Londres en invierno, el frío que congelaba sus manos y como el viento rozaba su rostro. Caminaba pensando en todo lo que quería decirle a Marco apenas lo viera, iba ideando respuesta ingeniosas y argumento para ganar la discusión, cuando sintió el calor recorrer su mano derecha, era una compañera de colegio, ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué le había tomado la mano? ¿Qué buscaba? Andrew notaba que estaba agitada, tal vez había corrido hasta el, pero todavía no entendía por qué había tomado su mano, jamás habían hablado, solamente recordaba haber escuchado un rumor en el colegio de que ella gustaba de él. Andrew no sabía que hacer, simplemente estaba sorprendido, su mente estaba en blanco y su corazón se detuvo. Ella estaba parada sosteniendo su mano y mirándolo con sus hermosos ojos avellana. Él solo pensó en las ganas que tenia de besar a aquella chica que apenas conocía, así que agarro su cintura y la beso.

SIN NOMBREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora