Se dice que hace seis años, el anticristo bajó a la tierra y desató un caos peor del que ya había. Se dice que es producto del amor prohibido entre un Ángel y un Demonio que no midieron las consecuencias de sus actos, terminando por fugarse a la tie...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A sus diecisiete años, como era costumbre para cada ser celestial, Taehyung pasó por la prueba para saber su rango. Por lo general todos nacían sin alas y dichas alas se las ganaban dependiendo de su rango. No había registro de ningún ser que naciera ya con ellas... bueno, los Demonios quizás, pero nadie más. La oscuridad traía consigo la impureza y por eso ellos nacían con su forma demoniaca acompañándolos desde siempre. Los seres celestiales no.
Las pruebas no eran difíciles, un teórico y una prueba práctica. Taehyung no demoró demasiado en hacer el teórico y tan pronto se vio libre se marchó. Sus compañeros se quedaron revisando varias veces el examen, ellos querían pertenecer a la primera jerarquía, a la segunda o la tercera. Él solo quería que ya le dieran un rango y sus tareas para tener algo que hacer en el día.
La vida era demasiado aburrida sin nada que hacer. Y tampoco hablaba con alguien como para que el día pasara más rápido. Estaba solo.
Sus compañeros comenzaron a salir. Eran demasiados y las notas y rangos se entregaban en dos días a todos. No estaba ansioso ni emocionado al respecto, no como sus compañeros que salían hablando al respecto, comparando respuestas y demás cosas. Ninguno se acercó a él. No le extrañaba, él siempre se alejó de todos.
Vio a la distancia a los hermanos Caín y Abel observando a los niños. Ellos habían estado presentes en los exámenes, cuidando que ninguno copiara. Aunque todos eran lo suficientemente buenos niños como para no copiarse. Ellos solamente estuvieron ahí para... bueno, para nada.
- Según tus maestros fuiste el primero en entregar tu examen, Taehyung- dijo Dios acercándose a él.
Taehyung se levantó por respeto y le dedicó una pequeña sonrisa que no llagaba a sus ojos.
- No era tan difícil como esperaba.
- Aún falta el práctico- dijo él- y según tu maestro has entrenado mucho.
- Lo necesario diría yo. La mayor parte del día lo invierto en leer libros de todo tipo, Señor.
- El conocimiento es bueno, dicen que no ocupa espacio- Taehyung rio suavemente por la pequeña broma.
Aunque realmente no le hizo gracia.
- Intentaré dar lo mejor de mí en el examen práctico- en ese momento los maestros los llamaron para entrar- ya es hora señor. Que tenga un buen día.
- Suerte, Taehyung.
El nombrado sonrió y se marchó para su examen práctico.
(...)
Dos días después llegaron los resultados de sus exámenes. Todos habían sido reunidos ahí para conocerlos. Pasarían al frente para separarse en tres grupos y luego se irían a entrenar con la jerarquía que les tocara. De todos, él era el último de sus compañeros de orfanato en pasar. Todos habían terminado repartidos en la segunda y tercera jerarquía. En la primera solo había uno. Apenas estaba de pie, junto a Caín y un Querubín que no había visto antes, un chico de ojos pequeños y de piel demasiado pálida. Taehyung se preguntó si seguía con vida.