Sin sospechosos ni a nadie a quién culpar, Dios decidió quitarles la tarea a Caín y Lucifer para que continuaran con las ya establecidas. Ellos aceptaron sin rechistar para no levantar sospechas y, en cuanto estuvieron a solas, Caín fue quien habló.
- ¿Ahora qué hacemos? Ya no podemos estar a solas.
Lucifer le sonrió, en este tiempo el Tronos se había acostumbrado a sus caricias y besos. A que tocara zonas de él que nunca pensó que tocarían y a sentir tanto placer que hasta se olvidaba de su nombre. Pensó que tal vez por eso Dios prohibía el sexo, se volvía una adicción.
- Ten paciencia, ya encontraremos el momento indicado. Solo tienes que esperar- dijo sonriendo mientras caminaban por el desolado pasillo hacia sus habitaciones.
- En este tiempo me has vuelto un impaciente. No sé si podré esperarte- Caín resopló y Lucifer rio.
- Tendrás que hacerlo.
Se detuvieron antes de llegar al cuarto del Querubín. Unos apresurados pasos casi les pisaban los talones.
- Hermano- dijo Abel llegando con Set, los dos hermanos de Caín, Tronos como él.
- ¿Qué ocurre, Abel?
- Te estábamos buscando- dijo Set callando al dientón de su hermano.
Lucifer, a pesar de verlo con una especie de humanoide, consideraba a Abel un chico lindo. Set, por otra parte, era atractivo, pero sin dudas el más hermoso de los tres era Caín.
- Tenemos tareas pendientes para las cuales necesitamos tu ayuda- dijo Abel, Caín elevó una ceja.
- ¿Tareas pendientes? ¿desde cuándo?
- Desde que Dios te encomendó esa tarea nocturna- dijo Set mirando a su hermano.
Caín bajó la mirada avergonzado y suspiró.
- Bien, vamos.
Cuando los tres hermanos se despidieron de él y desaparecieron de su vista, Lucifer cambió su camino hacia sus amigos. Sabía que a esa hora Semyazza, Belial y Mefistófeles se reunían a hablar en la plaza central, cerca de la fuente. Y, a decir verdad, antes de acostarse a dormir, prefería hablar con ellos. Les gustaba saber qué tanto podía indagar para saber dónde tocar. Necesitaba conocer sus puntos débiles.
Al llegar vio solo a dos de ellos, Semyazza y Mefistófeles, aunque Semyazza estaba de pie.
- ¿Ya te vas?- preguntó Lucifer nada más llegar.
Semyazza sonrió y asintió.
- Tengo tareas que hacer, lamento no poder quedarme más tiempo- comentó amablemente.
Lucifer alzó una mano para que entendiera que no había problema alguno.
- No te preocupes, yo me quedaré a hacerle compañía a Mefistófeles.
Semyazza asintió y tras despedirse se alejó de ellos. Lucifer tomó su lugar al lado de su compañero, quien miraba la fuente distraído. Lucifer lo observó, las marcadas facciones, el largo cabello rubio y los brillantes ojos grises. Mefistófeles era alguien alto e imponente, atemorizaba por lo general a los de la tercera jerarquía, aunque estos no lo dijeran e intentaran no demostrarlo. Pero él lo sabía y lo comprendía. Mefistófeles medía casi dos metros y sus músculos parecían criar más músculos.
- ¿En qué piensas?- preguntó amablemente luego de unos minutos en silencio.
Él lo miró y negó.
- Nada, olvídalo.
- Hey, somos amigos, puedes confiar en mí y contarme- Mefistófeles hizo una mueca de duda.
- Me vas a decir lo mismo que Belial y Semyazza- Lucifer lo miró curioso- ellos ya lo saben.
- Y si ellos lo saben ¿por qué yo no?- bromeó, pero el semblante del Tronos no cambió en lo absoluto.
- No puedo dejar de pensar en Kasdeve- confesó en voz baja, casi como si fuera pecado.
Oh, esperen, sí lo era. Para el barbudo todo era pecado, y amar a una Dominación siendo su amigo un Tronos no estaba... bien visto. Era algo como: los de primera jerarquía con los de primera jerarquía, los de segunda con los de segunda y así sucesivamente. Kasdeve era de la segunda y Mefistófeles de la primera. Era algo... imposible.
- ¿Te gusta?- la pregunta tensó a su amigo.
Mierda, Lucifer sentía que era algo más fuerte que gustar.
- Sí... bueno... algo así... es que...- suspiró- ¿no lo viste? Es hermoso, es tan... perfecto. Tiene una sonrisa preciosa, es inteligente, es divertido, es...- otro suspiro y Mefistófeles bajó la mirada triste- es imposible.
- Mmm... no entiendo por qué debería serlo- Lucifer miró la fuente cuando su amigo lo miró- que sean de jerarquías diferentes no los hace... prohibidos. Te gusta de verdad, entonces cortéjalo.
- Él no lo permitiría, Kasdeve es demasiado... perfecto como para caer por alguien como yo- si el amor (si es que eso era amor) volvía así a las personas, entonces Lucifer no quería enamorarse- además, Dios no lo permitiría.
- Desde mi humilde opinión, hay muchas cosas que Dios no permite. Pero no creo que el amor tenga que ser una de ellas. Yo creo... que tú y Kasdeve hacen una linda pareja. Y creo que, si es amor, no debería existir prohibición alguna.
Mefistófeles no demostró demasiado, pero sus ojos parecían dudar. Y eso era lo que Lucifer había estado buscando. Duda. Que comenzara a dudar, que comenzara a cuestionarse lo que muchos no hacían por miedo. Que perdieran el temor de ser ellos mismos.
- Lucifer... esto... que quede entre nosotros- el nombrado sonrió.
- Tranquilo, esto queda entre nosotros, amigo mío.
Si lograba saber las debilidades de Semyazza y Belial, lograría tener a sus amigos con él. Lograría abrirles los ojos y les daría una vida fuera de represiones.
Lograría liberarlos de esa prisión.
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Si encuentran algún error coméntenmelo porfis. 😊
Skr💜💜
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Entre el cielo y el infierno (Adaptación HopeV)
FanficSe dice que hace seis años, el anticristo bajó a la tierra y desató un caos peor del que ya había. Se dice que es producto del amor prohibido entre un Ángel y un Demonio que no midieron las consecuencias de sus actos, terminando por fugarse a la tie...