[Jueves 15 de marzo de 2018. Seúl, Corea del Sur.]
- Te prometo que estaremos juntos siempre, no importa quienes se opongan a lo nuestro, Hobi.
- Mentiroso- murmuró Hoseok ante ese recuerdo fugaz, cruzado de brazos esperando a que Luzbel saliera del colegio para volver a casa.
Muchas madres que esperaban lo miraban de reojo, murmurando cosas que no le importaban en lo más mínimo. No era muy común que un hombre fuera por su hijo a la escuela y parecía que eso llamaba mucho la atención de las humanas hormonales que se mojaban con tan solo verlo. Se cuestionó el vender bragas a la salida de la escuela, pero eso sería hacer pasar vergüenza a su hijo.
Giró al detectar la mirada de alguien sobre él, una mujer joven de largo cabello le sonrió tímida. Él le devolvió la sonrisa, solo que coqueta y le guiñó el ojo. No era que le importara entablar una relación, así fuera meramente sexual, simplemente le gustaba jugar con las mujeres como ella, casadas con familias que parecían arriesgarlo todo por una aventura. Era divertido verlas rogar por algo de atención de manera disimulada para luego romper sus ilusiones. Además, los humanos en general lo dejaban bastante frío.
Ella pensaba acercarse cuando los niños comenzaron a salir, su atención volvió a ser nula para ella y la centró en su hijo. Luzbel se distinguía de entre todos los humanos por los corazones pegados en sus mejillas, unas pegatinas que a su niño le gustaba poner en su rostro, decía que se veía tierno con ellas y él opinaba que era así.
Bajó la escalera de a saltitos cuando lo vio, sonriendo en grande y corriendo hacia él. Pero a mitad del camino, un idiota le puso el pie a propósito haciéndole caer de boca al suelo. Los ojitos de su niño se aguaron con rapidez y fue a tomarlo en sus brazos, sus ojos debatiéndose entre el café humano o rojo de Demonio. Quería mutilar a ese cretino que había lastimado a su pequeño Luzbel, no importaba que fuera un niño de la misma edad de su hijo o unos años mayor. No le importaba asesinar a quien fuera con tal de defender a su retoño.
Pero antes de hacer algo, otro niño se acercó corriendo a ese idiota y lo empujó con mayor fuerza logrando que diera su rostro contra el suelo y se rompiera dos de sus dientes. Sonrió con malicia y satisfacción ante la sangre que brotaba de la boca y las lágrimas de dolor que derramaba. Pudo ver a su madre acercarse antes de que unas piernas largas obstruyeran su vista.
- ¡Tío Jin!- habló con alegría Luzbel.
Su hermano lo tomó en brazos con una radiante sonrisa, besando sus mejillas y tocando las pegatinas de estas.
- Vaya, pero cada día estás más grande ¿cuánto has crecido ya? ¿dos, tres metros?- Luzbel rio negando.
- Tío, pero si me viste hace unos días.
- Oh, pero el tío tiene mala memoria- bromeaba tocando con su nariz la pegatina de la mejilla derecha cariñosamente como solía ser con su pequeño sobrino.
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Entre el cielo y el infierno (Adaptación HopeV)
FanfictionSe dice que hace seis años, el anticristo bajó a la tierra y desató un caos peor del que ya había. Se dice que es producto del amor prohibido entre un Ángel y un Demonio que no midieron las consecuencias de sus actos, terminando por fugarse a la tie...