One-shots

Asta, digno del Mjolnir

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!- Asta gritaba al ver qué estaba cayendo por enorme y oscuro precipicio.

Él pudo ver el suelo y notó que estaba lleno de lanzas con esqueletos clavados en ellas, apenas y pudo sacar su espada de su grimorio para amortiguar la caída y romper las lanzas.

Desafortunadamente, resultó herido por la gran caída. Se rompió uno de sus brazos y no podía sentir totalmente las piernas.

Pero Asta sabía que no podía quedarse ahí a descansar, sus amigos no sabían que terminó metros debajo de donde debía buscar la cámara del tesoro.

Así que, con todas sus fuerzas, se levantó y usaba su espada como un bastón para moverse.

Mientras más avanzaba por ese camino más cambiaba de forma. Los muros de roca solida empezaron a verse cubiertos de baldosas y el techo era sostenido por columnas de mármol talladas.

Había esculturas y pinturas por todos lados, todas pareciendo que no las tocaban en años.

Cuando Asta dio un giro en una esquina, lo vió. Era una tumba con una escultura de oro y detalles de plata.

Pero no fue lo que detuvo en si al chico de la antimagia. Sino un martillo pequeño de piedra que parecía estar en el centro de un cráter.

-¿Qué es esto?- examinaba de cerca el martillo, viendo que no parecía tener ningún daño por caída o efecto causado por el tiempo.

Cuando intento tomarlo, una gran descarga eléctrica cubrió su cuerpo y lo lanzó contra una pared.

-¡Eso dolió!- gritó quitándose los pedazos de piedra que le habían caído encima.

Pero se dio cuenta que ya no tenía sus heridas, ese rayo le había curado de alguna forma.

Estaba muy sorprendido por eso que decidió intentar tocar de nuevo el martillo. No paso nada esta vez.

Asta, sin pensarlo, tomó el mango con ambas manos, dándose cuenta que no se movía. Intentaba e intentaba pero solo no podía moverse.

Cada vez que aumentaba la fuerza, el sonido de tocas moviéndose empezaba a hacerse más grande.

Con ligeros movimientos, más rayos salían del martillo, revelando un mensaje grabado.

"Aquel que porte este martillo, si es digno. Tendrá el poder de Thor"

Con la más grande de sus fuerzas, Asta levantó el martillo hasta poner una pose similar a la de la escultura.

Sus ojos se tornaron de un color azul eléctrico y los rayos formaron una especie de armadura sobre el cuerpo de Asta.

Con el grupo de búsqueda

Klaus, Noelle, Mimosa, Yuno y Luck se encontraban buscando a Asta, ya que no había vuelto aún.

-¿Dónde se metió ese tonto?- dijo Noelle para después ponerse nerviosa. -¡No piensen nada raro! ¡Solo es que me fastidia!-

-No pudo haber ido lejos- Klaus buscaba por las partes oscuras.

-Asta es muy fuerte, incluso con sus piernas- tan solo decir eso, Luck estaba emocionado por la fuerza de Asta.

Aunque no pudieron seguir buscando cuando una pared casi los entierra vivo al ser volada en pedazos.

Apenas salieron de los escombros, se encontraron de cara a bandidos. Estos bandidos parecían ser distintos, llevaban consigo equipo mágico que solo los nobles podrían conseguir.

-¿Quiénes son ustedes?- preguntó Klaus preparando su grimorio, pero sus piernas y brazos fueron congelados sin darse cuenta hasta que no pudo moverse.

El resto también había sido congelado, excepto por Luck y Yuno que pudieron esquivarlo y romper el hielo.

-Saludos, somos los hijos del hielo- dijo el que parecía ser el líder. Su apariencia era una peculiar al tener un báculo de oro, una capa verde y su piel tenía unos detalles azules. -Lamentamos molestarlos pero estamos buscando un tesoro en especial-

-No sé llevarán nada de aquí- Yuno apunto con su brazo a los bandidos, con un tornado saliendo de este.

Los hijos del hielo salieron disparados, excepto por 4 personas, siendo uno de estos su líder.

Uno de ellos, que parecía ser una chica enmascarada, sacó dos dagas que se encendieron en fuego. Aunque no lo parecía, Yuno estaba sorprendido porque no estaba usando su grimorio.

Pero después, se dio cuenta que ninguno de ellos parecía tener uno. Aunque se equivocó al ver qué de un salto impulsado por llamas salían varias palabras del pecho de la chica.

Las dagas se volvieron espadas de fuego gigantes. Yuno destruyó las espadas con su viento pero por los impulsos de fuego, se volvió una pelea aérea.

Luck se enfrentaba a un sujeto grande, que también había esquivado a Yuno, este tipo había convertido sus brazos en serpientes.

Luck no tenía problemas en esquivarlas, pero estás se extendían más y más, casi volviendo el terreno un laberinto.

-En verdad pareces ser fuerte- su sonrisa se marcó más en su rostro, su cuerpo fue cubierto de esas rayos y se empezó a mover más rápido.

Una patada al estómago fue a lo que apuntó, pero apenas tocar su estómago fue amortiguado por pelaje.

Al ver su car, notó que su toros y cabeza eran los de un oso que casi lo muerde de no ser de una voltereta hacia atrás.

El resto ya se había podido liberar y se enfrentaban al resto de bandidos.

Pero en eso, un fuerte temblor empezó a producirse en todo el lugar.

El líder tomó por el cuello a un encapuchado, se veía enojado.

-Creí que habías dicho que estaba muerto el sexto-

De entre la tierra, empezó a crearse un montón de tierra que de formaba una especie de hormiguero.

La tierra salió disparada y tapo la vista a todos, cuando se despejó todos pudieron ver un martillo oxidado que liberaba rayos en todas direcciones.

Pero lo que sorprendió al grupo fue ver qué era Asta quien sostenía ese martillo. Aunque algo era distinto, sus ojos eran completamente azul relámpago y juraría ver que los rayos hacían una especie de armadura de rayo con una capa.

Asta solo apunto con el martillo a los hijos del hielo, haciendo que el martillo disparará rayos y electrocutara a todos los lacayos.

La chica se lanzó contra Asta, pero su patada fue bloqueada por el martillo. La tomaron del tobillo y lanzaron contra el hombre animal de antes.

-Luck......- dijo Asta en un tono de voz más profundo -Disparame-

Luck no parecía entender lo que quería, pero no desaprovecho su oportunidad y con todo su poder atacó a Asta.

Lo que no tenía en cuenta es que ese ataque casi lo dejo completamente vacío. Cayó al suelo y pudo ver cómo sus rayos e incluso su armadura era absorbidos por el martillo.

Asta tomó el martillo con ambas manos, los relámpagos empezaron a tomar una forma material, siendo está la de una espada gigante de rayo.

El líder se escuchaba enojado. -Mjolnir, ha conseguido un nuevo portador-

Todos los hijos del hielo retrocedieron un poco, pero Asta dio un tajo con la espada que terminó cortando la habitación en dos y expulsó de una descarga a todos.

El líder apenas y podía estar de pie. -¡Esto no es lo último que verán de nosotros!- dijo ahora hacer un hechizo con su báculo y desparecer en lo que aprecia una niebla.

Asta empezó a perder su fuerza, los rayos dejaron de salir y empezó a caer al suelo. Su grimorio cayó en unas página vacías, donde el martillo se levantó por si solo y entro en las páginas abiertas.

Las páginas empezaron a escribirse solas en una lengua distinta a otras páginas del grimorio, peor todos estaban seguros de por rayos cuando lo hacían.

Solo pudieron pensé una cosa -¿Que rayos fue todo eso?-