«Llévame a casa, donde pertenezco.»
Heaven Weasley, la primera Weasley rubia y Slytherin. Cuando nació Heaven Cordelia Weasley, la melliza menor de Ronald, supieron que su primera hija era distinta a ellos, y más cuando queda en Slytherin. Pero no...
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i. los primeros años.
Una mujer pelirroja miraba a sus dos mellicos recién nacidos. Ambos bebés son distintos, uno llora, ojos azules, piel cremosa, pecoso a no más poder y pelirrojo. Oh, y su hija que nació cinco minutos después, ella no llora, sus ojitos son como los de su hijo Charlie, su piel es pálida, tiene una extraña marca con lunares y pecas en su pecho izquierdo y rubia. Ella era rubia. No lo podía creer, miro a su esposo Arthur confusa.
—¿¡Por qué ella es así!? —preguntó con nervios.
—Haremos exámenes señora Weasley, a ambos para ver que estén sanos, y también a la bebé —solicito el doctor.
—Por favor Doctor Parkinson —pidió Arthur con amargura. El hombre moreno asintió mientras se llevaba a la bebé, al ver lo reacios que estaban en acercarse a ella. En cambio el mayor de ambos, se quedó con su madre tomando de su pecho muy glotón.
Andrew Parkinson salió de la sala de partos con la bebé en manos. La llevó para hacerle algunos estudios. Resultó que su genética era distinta, su cabello se debía a una tía abuela cuarta que tenía albinismo, y ella heredó después de cuatro generaciones aquello. Aún que aquello puede afectar en su salud, por ejemplo: ser muy enfermiza si se expone mucho al frío, le puede dar fiebre si se expone al sol sin bloqueador, estar mucho en el sereno de la noche o la lluvia.
—Felicidades señores Weasley, ambos niños están bien de salud —dijo con muy poca felicidad.
—Gracias —dijeron ambos con desagrado viendo a la bebé
—¿Por que ella es así? —frunció levemente el ceño ante lo dicho por Molly Weasley.
—. Su hija, es albina —continuó—. Miren, el albinismo es un trastorno genético heterogéneo, causado por mutaciones en diferentes genes, que produce una reducción o ausencia total del pigmento melánico de ojos, piel y pelo. Es hereditario; aparece con la combinación de los dos padres portadores del gen recesivo. En este caso, por una tía abuela cuarta por parte de los Weasley, ella puede a llegar a ser muy enfermiza si se le expone al frío mucho tiempo, si se le expone al sol sin bloqueador o al sereno de la noche y la lluvia. Su hija tiene suerte de que el gen no sea tan fuerte. —explicó con paciencia.
—Bien. —respondieron simplemente.
—Pueden pasar a registrar a sus hijos —ínfimo. Ambos se fueron, pero algo llamó su curiosidad, una bebé quedaba en una cuna después de que ambos Weasley se fueran—. Serán unos grandes padres para ti, pequeña Heaven Cordelia. —susurró mientras se llevaba a la bebé en brazos para registrarla y dársela a sus padres.
—Andrew ¿Y esa bebé tan hermosa? —preguntó Leslie.
—Registrarla cómo Heaven Cordelia Weasley Pretwett —pidió. La joven enfermera castaña asiente mientras la registra en un pergamino mágico—. Muchas gracias Leslie, ahora vuelvo —dijo mientras se iba en dirección a las chimeneas.
Apenas vio como la pareja tomaba los polvos flu para irse, los detuvo. Vio el desagrado y la rendición en la mirada de Molly, y la sorpresa en Arthur.
—Gracias Parkinson —dijeron mientras tomaban a la bebé bruscamente.
—Su nombre el Heaven Cordelia, tomé el atrevimiento, ya que no podían salir sin un nombre o estar registrada en Sant Mungo —dijo el moreno.
Estos solo asienten para irse. Andrew suspira, da media vuelta pensado en que clase de padres serían aquellos ex Gryffindor's con esa pequeña bebé. Esa misma noche fue con su círculo de amigos y les contó sobre la bebé.
—Supongo que Cidruella Weasley fue su tía abuela cuarta ¿No Andrew? —afirmó Tom.
—Si, me sorprendí mucho, ya que ella no tiene ya nada que ver con los Weasley-Pretwett —dijo más para si mismo—. Incluso me tuve que tomar el atrevimiento de nombrarla —soltó incrédulo.
—Vaya, Gryffindor's, traidores y ahora, ¿racistas con su propia hija al ser diferente? No me sorprende —burlo fríamente Severus Snape—. Pobre niña, les apuesto que será mucho mejor que sus padres y hermanos —predijo.
—Sev tiene toda la razón —apoyo Lucius Malfoy—, esa niña será mucho mejor que su familia. Incluso alguno de sus tres hermanos mayores se la llevarán —predijo.
—Puede, disfrutare ver eso —burlo Tom Riddle—. Aún que —pauso—. Por qué no le damos padrinos —silencio.
—¿Que dices Tom? —preguntó incrédulo Adam Greengass—. ¿Padrinos? ¿Quiénes? ¿Acaso los Weasley no tienen que aceptar? —interrogó.
—Mjm, puede. Pero soy Lord Voldemort, y siempre me salgo con la mía —sonrió con soberbia notable—. Tal vez tu esposa nos pueda ayudar en eso Lucius, si ella acepta, podrá escoger la madrina y el padrino de Heaven Cordelia Weasley —ideó.
—¿De quién? —preguntó la anterior nombrada entrando con una pancita de embarazada.
—Sobre Heaven Weasley Cissy, Tom opinó que le podemos conseguir padrinos por si acaso, y darles un pequeño—gran— susto a las comadrejas —aclaro Severus a su mejor amiga.
—Me parece bien Tom, con lo que me han dicho, jamás creí aquello —negó Cissy—. Pero tengo una idea, ¿que tal Regulus y Pandora Lovegood, Reg no se opondría y Pandora menos. Le puedo mandar una carta para que les haga una visita a los Weasley y ella decida —dijo ella.
—¿¡Y por qué yo!? —se quejo Regulus quién venía entrando y escucho a su prima solicitarlo.
—Por qué lo digo yo, Arcturus —se jacto la rubia. Este refunfuñaba mientras tomaba asiento y seguía escuchando el magnífico plan de sus amigos sobre como asustar a los Weasley con los "padrinos que salieron de la nada inesperadamente".
Los Weasley apenas llegaron a su casa, sus cinco hijos mayores se acercaron a ellos para ver a sus hermanitos. Los tres mayores, Bill, Charlie y Percy se quedaron fascinados con su primera hermana, igual los gemelos quienes besaban las mejillas de su hermanita.
—Déjenla —ordenó Molly—. Ella dormía aparte —dijo.
—Mamá, ella apenas acaba de nacer, ¿como dormirá sola? —preguntó incrédulo Percy.
—Esa niña sólo fue un error, es diferente a todos ustedes —soltó dejando callados a sus cinco hijos.
—Dejamos Hogwarts por una semana para ver a nuestros nuevos hermanos ¿Y tu dices eso? —preguntó Bill.
—¿Acaso tienes una idea mejor William? Entonces háganse cargo de ella, por que ni siquiera podemos dejarla en un orfanato —miraron a su padre en apoyo, pero este desvío su mirada en total acuerdo
—Heaven Cordelia Weasley —susurro Fred a George su gemelo el nombre de su hermanita que estaba escrito en una pulsera—. Nuestra Cielito. —sonrieron ambos niños de tres años.
Charlie tomó a su hermana recién nacida quien se despertó por comida, aún que su otro hermano Ronald ya acapara a él segundo pecho de su madre. Bill, quien ya sabía prepara biberones para sus hermanos menores quien le enseñó su mamá, fue a la cocina con sus hermanos Charlie y Percy e hizo lo mismo.
—¿No le hará daño al ser recién nacida? —preguntó Percy preocupado.
—Tranquilo Pers, no creo, a ti y a los gemelos se los dieron a los tres y cuatro días —afirmó Charlie. El pelirrojo asintió algo desconfiado.
