Ella solía ahogarse.
Y no con comida atorada en su garganta ni la misma saliva queriendo matarla,
¿Sería ridículo que su propio cuerpo intentase acabarla? Pues si, y aún así se la rebuscaba para lograr el cometido.
No abría puertas hacia afuera, no dejaba salir nada de ella, ni el más fuerte de los estornudos , era capaz de desahogar ni el mínimo de los pesares en su hogar.
¿Y por qué el semejante miedo a expresar? Por temor a contar de más, a darle razones a todos para dejar de llorar, o aún peor para comenzar a hacerlo.
O por él, quien aún podía lograr lo que ella no. Declarar sus sensaciones sin siquiera lograr tensiones para no soltar. Ella le tenía más miedo a las personas que le demostraban, que a las personas que la retaban, incluso le tenía más amor a las personas que soportaban el miedo, y lo soltaban, que a las que fingían ni encontrarlo y solo lo ignoraban–como ella.//Frustraciondegomita//
