Ushijima [𝙷𝚊𝚒𝚔𝚢𝚞𝚞]

Especial Halloween pt.1

Vampiro no, policia tampoco, conejita sexy descartado seguro.

Regresas con las manos vacías a casa por tercer día consecutivo.

Se supone que el fin de semana irán a pedir dulces con las hermanas pequeñas de Sugawara, y luego de eso irán a una fiesta que Tendō se encargo de organizar, por supuesto, en casa de Wakatoshi.

Llevas toda la semana buscando un disfraz pero nada te convence y los disfraces en pareja quedaron descartados desde el primer momento en que se lo propusiste a Ushijima. Definitivamente estas perdida, este año sera un fiasco porque todos ya tienen sus disfraces menos tu. El peor halloween de tu vida.

Todavía tienes dos días para encontrar lo que te pondrás, ojalá la suerte este de tu lado.

Probaremos que tan buena eres manipulando. Tomas tu celular y marcas a Ushijima, trataras por tercera vez de convencerlo, porque no dejaras que tu halloween sea arruinado por un disfraz.

—Alo—dices apenas contesta.

—Hola.

—Asi que fui a buscar de nuevo un disfraz y no encontré nada—pones un puchero (aunque sabes bien el no lo puede ver) y un tono dramático.

—Sorpresa—contesta y comienza a reír.

—Esto no es, en lo absoluto, gracioso—recriminas—, es horrible, sera el peor día de mi vida.

—Está bien dramática, un disfraz no arruinara tu halloween.

—Pero si lo hará, se que eres un señor amargado en cuerpo de adolescente y es por eso que no sabes que los disfraces son lo que hacen especial esta festividad. Alguien que no usa disfraz es super aburrido, además es tradición.

—¿Me llamaste aburrido?—pregunta dolido.

—Por supuesto que lo hice.

—Bien, soy muy aburrido entonces.

—Eso puede cambiar.

—¿Cómo?

—Vamos, se que lo sabes.

—No, no y no, ya te dije que eso no pasara.

—Pero no tiene nada de malo, ¿que es lo peor que podría pasar? Dime.

—Que, te conozco, y estoy 99.99% seguro que eligieras una de esos disfraces ridiculos, como: la muñeca y su caja. Tu sabes a lo que me refiero.

—Oh vamos, no lo haría—contestas, aunque sabes que es mentira porque el disfraz que habías planeado era la pareja de un jabón y una esponja.

—Sé que si.

—Como sea, entonces elige tú.

—Si es lo que quieres...

—Bien ese tono me asusta, por favor no pidas que me vista de algo sexy—ruegas, suelta una risita que llega como eco a tus oídos, porque no es lo suficientemente fuerte para atravesar la línea telefónica.

—No lo haré.

—Eso no suena nada convincente, pero confío en ti.

—Te encantara.

—Espero eso, en serio.

—Lo se, mañana despues de entrenar.

—Bien, nos vemos entonces.

—Adios.

—Bye.

La llamada termina y—como siempre que hablas con Ushijima—hay una sonrisa instalada en tu rostro.