43: Jungkook

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Siento como si todo mi cuerpo estuviese temblando. Mi corazón late con tanta fuerza que me asusta que incluso él pueda escucharlo.

Hoy lleva unos lentes negros, como siempre, pero estos tienen bonitos detalles dorados a sus lados, combinando perfectamente con su ropa, viéndose tan lindo como siempre.

Su cabello negro bien peinado y esos pequeños rulitos que se hacen en las puntas.

Taehyung, en pocas palabras, es una obra de arte ante mis ojos, sólo que creo que ante los suyos es sólo un fenómeno raro que todos desprecian.

Quisiera que él pudiera verse a si mismo como yo lo veo.

— ¿A dónde vamos, entonces? — preguntó, rompiendo el comodo silencio en el que nos encontrábamos.

— Ahm, abrieron un nuevo restaurante, es de comida italiana — el me miró, aun que sus ojos estaban cubiertos, su mirada me intimidaba —. La pizza es muy buena, ¿quieres ir?

— Claro, casi siempre como pizza estilo coreano, sería bueno comer pizza italiana.

— Sabe muy bien, lo prometo.

— Vamos, entonces — sorpresivamente enlazó su brazo con el mío y caminamos juntos hasta el restaurante.

Mi corazón no puede latir con mayor intensidad, si así sucede voy a terminar teniendo un infarto, lo juró.

Llegamos y hay bastante gente, pero no demasiada para sentirnos sofocados.
De todos modos es invierno y no es tan insoportable estar en un tumulto de gente como en el verano.

Tomamos asiento y ambos revisabamos el menú, tratando de elegir alguna pizza de las tantas variedades que tenía este restaurante.

Sí, estaban las típicas pizzas de jamón y queso, hawaiana, vegetariana, napolitana y bueno, esas pizzas que se encuentran en cualquier restaurante convencional. Pero la idea de vernir a un restaurante italiano es probar las pizzas de Italia, que definitivamente no son como las convencionales.

¡Incluso hay una con huevo!

Buon pomeriggio! — saludó el camarero con una alegría impresionante, él no es de corea. Con su acento italiano, habló con fluides nuestro idioma — ¿Ya saben que desean ordenar?

Ambos reverenciamos con nuestra cabeza en modo de saludo y él espero pacientemente por nuestra orden.

— Ahm, yo quiero esta — señale pues definitivamente no quería ponerme en vergüenza tratando de decir el nombre frente a Taehyung.

— Oh, nuestra deliciosa quattro formaggi  — asentí y el escribió en su libreta —. E il tuo bel ragazzo? — se dirigió a Taehyung y no tengo que ser muy listo para saber que le dijo algún cumplido.

Ese tonito lo conozco y Taehyung sonrió algo avergonzado.

— Yo quiero... — pareció pensarlo un poco más — la pizza Margherita.

Me sorprendí bastante, pronunció el nombre a la perfección y el chico mesero pareció sorprenderse también, pues incluso su acento cambió al decir el nombre de la pizza.

Perfetto. En un momento traigo sus pizzas.

Él chico se retiró y Taehyung me miró, soltando una risita cuando me vio prácticamente con la boca abierta.

— Cuando estaba en el colegio llevaba italiano, francés e inglés, los menejo un poco bien, creo — comentó explicando el porque de su buena pronunciación.

— Vaya... ¿puedes decir algo en italiano? Por favoooor~

Él rió nuevamente y se quedó un momento pensando en que decirme.

Quando mi chiedi di uscire?

Es obvio que eso no lo entendí en lo absoluto, pero casi me desmayo con sólo escuchar su acento tan bien pronunciado.

¡Ah! Taehyung va a matarme de un infarto un día de estos.

— Creo que lo dije bien — chasqueo la lengua —, no recuerdo mucho.

— ¿Qué dijiste?

Antes de que Taehyung pudiera decirme, el mesero volvió con nuestra pizza.
Un servicio bastante rápido en realidad, supongo que por la cantidad de personas el chef debe estar haciendo pizzas a lo loco y ya estaban preparandas.

— Preguntó que cuando lo invitarías a salir — me respondió él chico, dejando mi pizza frente a mi —, ¿qué tanto esperas, chico? — me guiñó.

Mi boca se secó y mis mejillas se sintieron calientes de repente, Taehyung sólo negó viendose, por primera vez, avergonzado.

Supongo lo preguntó sin pensar y no pensaba traducirlo, pero obvio no contaba con el mesero coqueto.

El ambiente se volvió un poco tenso, pero también cálido. El delicioso olor de las pizzas, la musica alegre haciendo juego con el bum, bum, bum de mi corazón, golpeando mi caja torácica con fuerza. Taehyung frente a mi, un poco apenado, comiendo su pizza.

Todo era tan incomodamente lindo, que no podía no sonreír como idiota con sólo ese ligero sentimiento de aleteos dentro de mi barriga.

Después de comer, pagamos y salimos de ahí.

Taehyung ya no tenía la misma seguridad coqueta que al inicio y yo ya no me siento tan intimidado pues él se ve tan avergonzado como yo.

Es como si los papeles se hubieran invertido.

Así que, use esa valentía que obtuve al estar en la misma situación avergonzados. Mientras caminabamos hacia cualquier lado, hablé.

— Me gustas, Taehyung — mis manos en mis bolsillos estaban hechas puños y mi corazón saltaba como un loco, pero trate de mantener la expresión neutra, para que no notara todo el miedo y la ansiedad que me carcomia por decir esas simples palabras.

Él se detuvo y tomó mi brazo, provocando que me detenga también.

— También me gustas, Jungkook — dijo sin más.

Y nos quedamos ahí, a medio camino, viendonos. El teniendo ventaja al tener sus lentes y no sentir la presión de querer apartar la mirada, pues yo no podía verlo.

Todo se volvió rosa cuando sonrió tiernamente y nuevamente pareció recuperar su seguridad, enlazando nuestros brazos.

Nuevamente, las cosquillas en mi estómago volaron como locas y ya no puede preocuparme menos el brincar de mi loco corazón.

Que se joda, ya estoy aquí y no voy a desperdiciar la oportunidad.

¿Te gustaría tener una cita conmigo? — pregunté torpemente, con mi lengua trabandose entre las palabras, haciendome salivar y tener aun más miedo.

— Claro, me encantaría salir contigo.

Quizá la vida no me odia del todo.

L I L I

Sunglasses ↬ Kookv AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora