Una Semana De Secrets ▬ Maya Collins.

Día 6

La clase termina, finalizando su día universitario. Cada uno de sus compañeros comienza a guardar sus cosas, al igual que ella. Acomoda su bolso sobre su hombro derecho y se levanta de su asiento, sonriéndole a la chica a su izquierda para luego comenzar a salir con ella a su lado.

—Hoy estuvo muy intensa la clase —comenta la rubia, estirando sus brazos con cansancio—. Estoy agotada.

—Por suerte ya es viernes —dice con una pequeña sonrisa.

—Si, aunque tengo que estudiar y terminar algunos trabajos —suspira, tallando su frente—. Que difícil es la vida de una universitaria.

—Ni que lo digas.

—¿Empezaste a buscar información para el trabajo del profesor Bolton?

—Ya lo terminé —contesta, sorprendiendo a su amiga.

—¡¿Qué?! Pero si lo dió ayer —la pelinegra se sonroja levemente y la rubia niega con la cabeza—. Vaya, jamás dejas de sorprenderme tu fuerza de voluntad, Maya.

—Es que no me gusta dejar los trabajos para el final.

—Lo sé, pero no te sobreesfuerces, ¿si? No quiero venir un día y enterarme que mi querida compañera Maya terminó en el hospital por un pico de estrés y no dormir lo suficiente.

Sonríe con dulcedad por la preocupación que siente su amiga por ella. Es una buena amiga. Se conocieron el primer día y automáticamente se llevaron bien.

—¿Tienes algo que hacer hoy?

—Mmm, creo que solo estaré con mis amigos y más tarde hablaré con mi novio.

—Tu vida parece de ensueño, Maya —la mira confundida—. Tienes unos amigos guapísimos, eres muy buena en lo que haces y tienes novio. ¡Tienes la vida que todos quisiéramos!

—Tampoco para tanto —murmura sonrojada.

—Lo que tú digas. Cuéntame más sobre tu novio. Se llama Stiles, ¿no? —ella asiente—. ¿Cómo es él?

—Bueno... es atento, tiene un humor sarcástico, es muy inteligente y amable. A veces es torpe, pero eso lo hace ver tierno —sonríe viendo el suelo—. Suele vestirse con camisas y algunas playeras de sus películas o bandas favoritas. A veces cuando hay mucho sol usa una gorra de su equipo de béisbol favorito y tiene algunos lunares en su rostro. También...

—Vaya, el chico allí calza muy bien con su descripción —Maya frunce el ceño, mirando a su amiga para luego dirigir su mirada a donde está señalando.

—No lo puedo creer.. —murmura viendo a alguien.

Su atuendo particular, su alta figura, su ojos mieles, sus lunares y esa sonrisa que enamora cubierta por una gorra de los Mets, al igual que su cabello castaño.