Capítulo 10 Intoxicado

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Capitulo único.

Llegué a la tienda que había buscado de manera discreta con un investigador privado que trabaja bajo la orden directa de Tristán y dentro vi muchos artefactos raros, también había plantas que parecían moverse y el olor del lugar hacía que me dieran ganas de vomitar, además de que parecía que se impregnaba a cada poro de mi piel, casi podía sentir como salía el salpullido. Eché un vistazo por toda la tienda hasta que mis ojos se toparon con una mujer de compleción regular, cabello largo negro y de piel tostada, sus ojos negros me veían tan fijamente que me asuste al pensar que era un fantasma, pero luego reaccione y simplemente trate de saludar casualmente.

- Buenas tardes, vengo por... - la chica no me dejo terminar cuando empezó a hablarme.

- ¿Estás seguro que quieres lo que buscas? Una vez cruces esa línea no podrás regresar – me le quede viendo asustado pensando que posiblemente era parte del complot que tenía la familia Kaiba en mi contra – son obvias tus intensiones, la planta que encargaste solamente sirve para una cosa y es generar la muerte sin levantar sospechas, todo bajo un accidental infarto – me sentí apenado, ya que era obvio que ella supiera para que servía lo que buscaba, pero no podía retroceder, al fin iba a ganar.

- Sí, estoy seguro que voy a comprar lo que encargue – la chica me miro con cierto dolor en sus ojos y empezó a buscar entre unas cajas que decían frágil y sacó un pequeño cofre dentro del mismo veía un sobre y dentro del sobre venía una pequeña bolsa de plástico hermética que contenía unas hojas que parecían de té, pero eran de color morado con puntos blancos.

- Sólo debes usar una hoja para que sea indetectable en la autopsia – me entrego el sobre, pero no dejo de verme a los ojos ni un solo instante – recuerda jamás decir donde la conseguiste y sólo quiero advertirte que muchos han pensado que esta es la solución, pero cuando tratan de volver jamás lo logran.

- Lo tendré presente – le entregué una maleta con las 100 mil felicitaciones por su trabajo y antes de salir volteé de nuevo para ver a la chica y ella simplemente me sonrió de manera consoladora y volvió a su trabajo.

Salí de la tienda y camine a un callejón que tenía una entrada secreta a un centro comercial, así llegue a uno de los baños de empleados y me cambie de ropa, salí por el pequeño pasillo que daba a una tienda de ropa y me metí por la puerta lateral para salir al pasillo principal, dentro de la tienda Tristán me esperaba con las bolsas de las prendas pagadas y ambos fingíamos que habíamos estado ahí al menos por 45 minutos.

Esa táctica había sido planeada de manera meticulosa en cuanto supimos el día que podríamos pasar por la planta, no habría podido salir mejor y seguimos comprando de manera normal, como si nunca hubiéramos salido de ahí.

- Es hora de irnos Tristán – caminamos al auto y nos dirigimos hacia la mansión. No voy a mentir me sentía demasiado ansioso al punto de no poder estar tranquilo en el carro sentía que en cualquier momento me daría un colapso nervioso y empezaría a hiperventilar, pero me convencía a mí mismo que era la única solución a mis problemas.

- Señor se está poniendo demasiado pálido, ¿quiere que me detenga? – me vi al espejo y note que en efecto mi semblante se empezaba a tornar azul y como si quisiera vomitar o no estuviera respirando – señor creo que debemos ir al médico – Tristán manejo al hospital de la familia Kaiba, por mi parte escondí mi preciada carga en la parte de atrás de los asientos del carro y rogué al cielo porque las chicas de la clínica siguieran de mi lado y no dañaran a mi bebé por órdenes de Seto.

Al llegar nuevamente tuvimos que esquivar a los paparazis y en esta ocasión la seguridad del complejo la tuvo difícil con los fotógrafos, ya que al parecer estaban ansiosos por saber si de verdad ya estaba esperando un bebé o ya tenía ciertas semanas de embarazo, al final logre entrar después de que se aseguraron de que no hubiera ningún chismoso en el perímetro, las chicas me vieron y empezaron a revisarme de inmediato, de cierta manera se veían aliviadas de que ya no llegara en un estado tan deplorable como la primera vez que nos conocimos.

Mi apellido es Kaiba (Yaoi) 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora