Capítulo 12 Reconciliación.

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Capitulo único.

Me encontraba en el auto con Tristán rumbo a la empresa, había dejado a Mokuba solo con mis papás y a todo el sequito de guardaespaldas los había perdido cuadras atrás, no quería que estuvieran ahí cuando hablara con Seto, la verdad ya había ido a la mansión para buscarlo, pero todo el personal me había dicho que no había ido a dormir en los últimos cuatro días, los mismos días que yo había empezado a estar en casa de mis padres, así que no había muchos lugares donde buscar a Seto.

Al llegar su secretaria tenía una cara de estrés que ya no podía ocultar, así que arriesgándome a que Seto me matara le regale dos días de descanso consecutivos, no merecía el trato que seguramente estaba sufriendo. Al entrar como sospeche ahí estaba sentado mi hijastro con una cara que parecía que apenas hubiera resucitado de entre los muertos, sus ojos estaban ojerosos, su piel estaba pálida y parecía que quería desquitar su ira con las teclas de su computadora.

- Vaya te ves terrible – dije mientras me quedaba recargado en la puerta, debía empezar a acercarme a él de manera lenta, después de todo seguramente me culpaba porque Mokuba le hubiera gritado días atrás.

- Vienes a cantar tu victoria en mi cara, tienes a Ganzaburo y a mi hermano en la palma de tu mano, sin contar que ahora esperas al legítimo heredero de Kaiba Corp. – me sorprendí de sus palabras, ya que jamás pensé que él me considerara su enemigo.

- No realmente, en lo personal jamás te creí mi enemigo – me senté en el sofá que tenía a la mitad de la oficina – de verdad quería llevarme bien con ustedes, hasta creo que la razón por la que no funcionaba mi matrimonio al inicio es porque tu papá creía que lo iba a traicionar por ustedes – sentí sus afilados zafiros sobre mí y volteé solo para sonreír.

- ¿No puedes hablar en serio? – al parecer no creía de verdad que yo estuviera de su lado, pero debía demostrarle que podía confiar en mí, de lo contrario siempre estaría pensando que voy por la vida destruyendo familias o robando hermanos.

- Bueno a estas alturas del partido no tendría por qué mentirte, pero no vengo a hablar de mi matrimonio fallido, más bien quiero que hagas las paces con Mokuba, se encuentra demasiado triste y algo roto si me permites agregar – Seto estrello su cabeza sobre el escritorio y la verdad me espanto, pensé que había muerto de un paro cardiaco espontaneo fulminante.

- ¡Ya sé! – se escuchaba entrecortada su voz – no se en que momento me convertí en esto – dijo mientras se señalaba a sí mismo – Mokuba tiene razón, soy una persona podrida por dentro, no sé en qué momento me obsesione por la herencia, por deshacerme de Ganzaburo, tampoco se en que momento cruce la línea de empezar a lastimar personas con tal de quedarme aquí – lo vi guardar silencio mientras levantaba la cabeza – nunca le dije a Mokuba, pero en cuanto supe quién era nuestro padre lo busque y lo encare, le reclame que jamás hubiera defendido a mi madre y como había sido posible que no le interesáramos como hijos, solo me gane un portazo y la frase "si es muy difícil para ti, entonces también muérete" – al escuchar la historia de Seto no podía creer que fuera tan parecido a su hermano y adicional que su padre biológico fuera tan bastardo, pero no quise emitir ningún comentario, debía de ser un mediador, más no un juez – a partir de ese punto supe que estábamos solos y mi hermano era tan pequeño que literalmente era yo contra el mundo, debía de cuidad de Mokuba y de mí, fue terrible – veía a lo lejos como caían sus lágrimas, así que me levante y me acerque para abrazarlo, Seto solo era un niño buscando el amor de un padre, sanar la ausencia de una madre y cuidar a un hermano indefenso.

- Ya no necesitas cargar con todo eso tu solo, ahora yo te voy a ayudar.

No voy a mentir estuve casi dos horas consolando a mi hijastro, escuchando todos sus problemas y tratando de que empezara a sentirse un poco mejor, al final logré mi objetivo Seto hablaría con Mokuba y haría las paces, además de que dejaría en mis manos el hecho de cuidarlos, ya no haría nada contra mi esposo, pero me advirtió que si se defendería de él si lanzaba cualquier tipo de ataque. Después del tremendo drama que vivimos fuimos a la casa de mi familia, Tristán no se sentía muy a gusto con la presencia de Seto a mi alrededor, pero no dijo nada ya que yo lo había traído.

Mi apellido es Kaiba (Yaoi) 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora