Capitulo único.
Desperté temprano por la mañana por culpa de los gritos de mi hijastro, se escuchaba por todo el hospital que yo no estaba en la habitación y que si no me encontraban de inmediato iban a empezar a rodar cabezas, me asusté por un segundo, pero vi a Tristán a los pies de mi cama sonriendo y enseñándome los implementos de baño para empezar mi rutina normal, al parecer el peligro había pasado, ya no era de color azul mi piel y mi corazón estaba mucho más tranquilo, la doctora había ido temprano para darme el alta y solo era cuestión de irme a casa.
Así que siguiendo el consejo de mi guardaespaldas no me preocupe mucho por el escándalo y me dedique a empezar a bañarme y vestirme para ir a mi casa, no quería que Seto de verdad tomara represalias, más que nada porque esas mujeres no tenían la culpa.
Al salir de la habitación me di cuenta que de verdad estaba en el ojo perdido del hospital, pero no quise llamar más la atención y al llegar a la entrada vi a 20 hombres diferentes corriendo por todas las habitaciones buscando como desesperados, Seto encarando al director del hospital y amenazándolo de quien sabe que tantas cosas, Mokuba se encontraba en la sala de espera hablando con oficiales de policía, al parecer dando mi descripción para que empezaran a buscarme por toda Ciudad Domino.
- ¿Se puede saber que rayos están haciendo? – dije en voz alta, por primera vez me salía el instinto de padre que tenía en las venas, no podía creer que esos niños fueran así de alarmistas al ver que había desaparecido, todos se quedaron en silencio y un par de doctoras corrieron a tomar mis signos vitales y a revisar que estuviera entero, mientras los oficiales atrás de ellas empezaban a llenarme de preguntas sobre mi paradero y si me había pasado algo malo en esas horas - ¡Quítenme las manos de encima! – me sentí tan atosigado que mis hormonas actuaron por mí y empecé a empujar a mis acosadores lo más posible, pero todos tenían la misma escusa: "Es por su bien, espere un momento", odie esa atención, ya que se me hacía hipócrita de su parte, así que iba a volver a gritar, pero no fue necesario porque una mano me tomó por la cintura y me pego a su pecho para protegerme de los demás.
- Él ya les dijo que no lo toquen, ¿acaso quieren morir? – Seto era el que me había tomado de esa manera, ¿cómo había llegado tan rápido?
- Joven Kaiba, le voy a pedir de favor que no toque al amo Joey, le recuerdo nuevamente que lo tiene prohibido – Tristán me arrancó de los brazos de mi hijastro y parecían lanzarse rayos por los ojos, me volví a espantar, ya que ahora Mokuba era el que me abrazaba por atrás y me decía lo feliz que estaba de que nada malo me hubiera pasado.
- Bueno, ya se dieron cuenta que estoy bien, lamento las molestias vengo por mi alta y ya me quiero ir a mi casa – el personal del hospital se encargó de sacar a los policías y empezar a tramitar mi salida y fue ahí cuando me di cuenta de que los 20 hombres no se habían ido, sino que se encontraban parados esperando algo - ¿son tuyos Seto? – pregunté mientras me les quedaba viendo de manera analítica.
- No, son de mi padre – en mi cabeza algo hizo clic y recordé que él me había dicho que iba a mandar gente de confianza, pero no pensé que de verdad confiara en tanta gente.
- Es verdad, mi esposo – me separe de todos y me dedique a marcarle desde un rincón, claro con la vista de todos los presentes clavada en mi espalda... que incomodo momento.
- Valla, al fin te acuerdas de que existo – su reclamó sonaba bastante normal como para realmente estar enojado.
- Me dijiste que era yo solo contra el mundo, debía de moverme rápido – se rio de mi comentario y al voltear a ver a los otros miembros del clan parecían quererme perforar con la mirada, ya que me observaban de manera demasiado insistente.
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Mi apellido es Kaiba (Yaoi) 18+
Научная фантастикаJoey Wheleer tiene que casarse de manera apresurada y con el peor hombre del mundo para evitar que su familia caiga en la bancarrota, lo que no se espera es que su vida se convierta en un infierno y tenga que pelear contra su nueva familia para pode...