I

3.9K 269 7
                                    

—Kurama, yo... lo siento.

Lo entiendo, descuida no pensaba ser liberado* de todas formas, mocoso —lo último lo dijo con una sonrisa que intentaba ocultar el dolor, de él y del rubio.

¡No, yo no pude! — lloraba, ya no estaba esa sonrisa propia de él.

—Lo harás, lo haremos Naruto, además a pesar de todo moriremos luchando y ganando ¿Qué puede ser más heroico? —reía.

Gracias lo miró con una mirada que sorprendió al bijuu puesto que esta mirada ya no irradiaba luz, sino más bien tristeza y decepción de sí mismo.

—Naruto, ¿¡qué crees que haces!? —gritaba  Sakura mientras luchaba con Kaguya.

—Sakura no hay opción.. —el rubio estaba eufórico.

—No hay vuelta atrás—mencionó el azabache llamado Sasuke.

—¡¿Creés que no lo sé?! —empezaban a salir lagrimas de sus ojos —yo... yo solo quiero protegerlos, a ustedes, a la aldea, a todas las naciones ninja.

Si no hago esto,  ¿quién lo hará ?
—el azabache lo miro de reojo con un gesto indescifrable.

—Naruto, yo..

Naruto comenzó a hacer sellos con sus manos.

—¡Naruto eres un idiota, no lo hagas!

Terminó de hacer los sellos

— Gracias por dejarme intentar.

SHIKI FUUJIN NO JUTSU

—¿Qué es esto? —Tsunade acabába de llegar.

—¡Naruto estás loco! —gritó el azabache con  desesperación en su rostro, aunque quisiera no podía hacer nada, todo su chakra había sido utilizado.

En cuanto Naruto comenzó el jutsu, el alma de Kaguya y de él ya comenzaban a ser absorbidas por el Shinigami.

El rubio solo pudo cerrar los ojos y esperar su muerte,  susurrándole a Kaguya un efímero lo siento un momento antes de ser absorbidos.

Ahora... un vacío, una oscuridad, ¿La nada? Así por.. no lo sabía, aproximadamente tres días, sin embargo ya no sentía ninguna necesidad que en vida sí.

—Odio todo esto —sentía una fuerte presión en el pecho.

—¿Sellado? O ¿Muerto? —una voz le contestó, una muy conocida.

—¿Kaguya?, debí saberlo.

—¿Quién más sí no yo? después de todo así es el jutsu que utilizaste, Naruto.

—Si, lo tengo claro, más que claro — susurró para sí mismo.

— Gracias  —lo miraba a los ojos.

—¿Me agradeces el haberte sellado?

— No —rió entre dientes mientras miraba sus manos para luego volver a dirigir la mirada a Naruto— Te agradezco... Que me ayudaras a darme cuenta de que los humanos, pueden ser diferentes —apretó los puños y apartó la mirada.

—Yo .. no sé que decir al respecto.

—Es comprensible —dió tres pasos hacía Naruto y este retrocedió— Pienso que, talvez no era tu hora.

— ¿Enserio? —mencionó con cierta ironía— Bueno. Ya nada de eso importa.

—Suena tonto, pero te lo quiero compensar.

—¿De qué hablas?

—Después de todo, sigo siendo una diosa, yo te daré una nueva oportunidad —caminó unos cuantos pasos hacía Naruto—Regresarás a la vida.

—No creo que sellados podamos regresar.

— Aunque suene confuso y cuestionable yo encontré una forma.

—Kaguya, —hizo una pausa para soltar un suspiro— lo que sea que pienses no es posible, estamos sellados, muertos no podemos salir sin el permiso del Shinigami, ¿y qué me garantiza que no es una trampa o algo por el estilo?

—Sé que es difícil de comprender, pero tengo la capacidad de hacerlo.

—Explicate.

— Hace un tiempo el Shinigami y yo hicimos un acuerdo, no te daré detalles, pero él me puede ayudar.

—¿Enserio? y ¿por qué me ayudarías? te arrebate la vida para luego sellarte.

— Porque —ella también se lo preguntaba— ... sólo acéptalo.

—Entonces ¿qué te tendría que dar a cambio? Tampoco es que tenga mucho.

—¿A cambio? Nada solo tómalo como un gesto de aprecio; sin embargo, no irás exactamente a las naciones ninja.

—¿A qué te refieres?

— El jutsu que utilizaré te puede mandar a un lugar al azar del universo, pero te daré mis poderes y algunos jutsus para que puedas sobrevivir.

— No podría hacerlo solo, qué sentido tiene tener una vida sino se puede vivir con y para los que amas.

—El Kyubi te acompañará, ¿aceptas entonces? —le extendió la mano.

—No tengo nada que perder, así que si —le correspondió.

Pasaron cinco años en los que Naruto estuvo entrenando y haciéndose más cercano a la diosa, que por alguna razón se debilitaba.

—¡Kaguya! Ya terminé el entrenamiento, tenemos que romper el sello.

—Llego el día.

—¡Si!

***

Kaguya empezó a hacer poses de manos para luego morderse el dedo y recitar frases inaudibles.

—Naruto, perdóname por quitarte la oportunidad... Te daré lo último en mi poder, espero que te sirva, muchacho.

—¿Qué pasa? —la diosa se desvaneció—¿Kaguya?

Y de nuevo un vacío, una oscuridad y, el palpitar de su corazón.

Estoy vivo.. la sangre, mi corazón, mis venas, todo fluye. pero ese vacío seguía ahí.

Naruto abría los ojos para encontrarse con un hermoso bosque, evocaba un bosque parecido en donde pasó gran parte de su infancia recolectando comida, pero él prefería olvidar esa parte de su vida.

—¿Naruto?

SesshomaruxNaruto (Yaoi) Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora