XI

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-Acabamos de llegar, y.. ¿quieres que partamos de inmediato? -chilló la de prendas extrañas.

-Si.. Entre mas rápido nos vallamos, más rápido tendrán los fragmentos ¿no?

-Tiene razón -comentó el monje.

-Bien, antes de todo nos presentaremos, él es Miroku -empezó a señalar a los demás-, ella es Kagome, él es Shippo, él Inuyasha y yo soy Sango -sonrió.

-Un gusto.

-Oh perdón, se me olvido, ella es la Señora Kaede.

-Ya la conozco -contestó el ojizarco.

-¿Enserio?

-Si -respondió la anciana.

-Ooh bien, y tú ¿cómo te llamas?

- ... Naruto.

-Bien Naruto, deja que tomemos algunas provisiones para partir -sonrió y le extendió la mano a Naruto, este aceptó y la apretó.

Dos horas después el rubio se encontraba en la salida de la aldea con aquellos chicos, sus planes no salieron como planeo, pero definitivamente no se podía quejar..

-Adiós, anciana Kaede -se despidió Naruto, mientras los otros no escuchaban.

-Nos vemos niño, ten cuidado, espero que puedas regresar a tu hogar -sonrió.

-¡Lo haré!, ¡Dattebayo! usted también cuídese mucho, anciana -correspondió a la sonrisa.

-Claro que si, ahora vete se les hará tarde.

Kaede estaba un tanto confundida, ¿cómo no pudo darse cuenta que Naruto tenía fragmentos? es una muy buena sacerdotisa ¿no?, ¿por qué el chico no le dijo nada, bueno no es como si el tuviese la obligación, pero eso le crearía dudas, ¿cómo los consiguió? ¿cómo tantos?, pero lo mas importante ¿por qué no los uso? ¿por qué al parecer ese extraño niño no tiene ni una pisca de maldad en su ser? Este era sin duda alguna, un caso especial.

Un caso que quería, pero no podía tomar.

-¿Esta todo listo? -preguntó Naruto.

-Lo está -respondió Miroku- es hora de irnos.

-Bien.

Los seis chicos partieron de la aldea, se adentraron en el bosque que los llevaba hacia un río muy lindo que había ahí, con unas vasijas y termos que tenían recogieron agua limpia de ahí para luego beber por sí estaban sedientos; estaban caminando alrededor de 4 horas por el bosque, hasta que de repente el pequeño yokai paro en seco.

-Esperen, esperen, esperen, llevamos horas caminando ¿no?, pero ¿hacía donde?, Naruto no nos a dicho donde vive o cómo podemos ayudarle.

- Ooh, es verdad... -comentó Naruto.

- ¡¿Significa que todo este tiempo estuvimos caminando en círculos aleatoria mente?! -Dijo exaltado Inuyasha.

-..Si.. -respondió Sango, con una vena formándose en su frente.

-¡Naruto! -se acercó Kagome al rubio y le pego un puño no muy fuerte en la cabeza.

-¡Au! ¿Por qué hiciste eso?

-¡Por qué!, ¡Hemos estado perdiendo el tiempo! mientras Naraku asesina personas inocentes nosotros estamos dando un paseo -balbuceó Kagome.

-¡No es mi culpa!, ustedes no me preguntaron, además, tampoco se habían dado cuenta.

-Pues se supone que te ayudaríamos a regresar a tu hogar, nos debiste decir en dónde queda y cómo llegar ahí -se defendió.

-... Ese es el problema -En realidad el rubio no era tan despistado, todas esas horas estaba entrenando en su espacio mental, si algo sabía era que no podía perder tiempo, también pensó una forma de entrenar, puede que le sirva.

SesshomaruxNaruto (Yaoi) Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora