Selcouth// Hermione Granger (Traducción)

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Twit·er·pey·teid /ˈtwidərˌpādəd/

Adjetivo

Emocionado o abrumado por sentimientos románticos; enamorado

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Ven, mira
Flores reales
en este mundo doloroso

Notas de Elara: Está bien, Wow, maldita sea. Eso duele. Parece demasiado real. Pero, de nuevo, tú serías la flor en esta situación. No sé si sabes esto, pero de alguna manera haces que todo sea mejor.

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Llegó el primer día de febrero, acompañado de una lección de Aparición. Sorprendentemente, a Elara no le importaba la aparición tanto como pensaba. De hecho, le pareció bastante entretenido probar suerte.

—No creo que sea tan difícil, para ser honesta— admitió Elara a la mañana siguiente en el desayuno, sentada en la mesa de Gryffindor esta vez y todavía con la mitad de su pijama. Lo único que se había quitado era la camiseta y los zapatos; sus pantalones de chándal permanecerían por el resto del día. — Destino, determinación, deliberación. Se trata de la mentalidad, hermano, así que deja de enfurruñarte.

—No estoy de mal humor— espetó Harry, poniendo los ojos en blanco mientras seguía picando sus huevos. Había estado mirando la mesa de Slytherin toda la mañana, de hecho, sus ojos no la dejaban, por lo que era fácil para Elara no mirarlo a los ojos y averiguar por qué. —Y si lo fuera, no se trataría de no poder aparecer. De todos modos, nadie lo hizo ayer.

—Susan Bones casi lo hace— recordó Hermione, quien parecía estar esperando ansiosamente la llegada del correo matutino, mientras sus ojos seguían mirando hacia arriba. —Pero, luego ella se astilló terriblemente...

—Te lo digo, sentí un cosquilleo en mis pies— insistió Ron, sonriendo esperanzado. Parecía un poco agradecido de que Lavender se hubiera quedado dormida esa mañana y estaba disfrutando la sensación de no tener los brazos de alguien estrangulándote las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Elara estaba a punto de dar una respuesta ágil, pero cuando abrió la boca para hacerlo, la línea de visión de Ron cambió de su comida a sobre el hombro de Elara, al que se volvió.

¿Qué pasaba con todos mirando la mesa de Slytherin esta mañana?

Vio cuando giro la cabeza que eran simplemente Adelaide y Daphne entrando en el pasillo y sentándose a la mesa, pareciendo estar involucradas en una conversación muy acalorada e intensa, mientras sus cabezas estaban inclinadas una hacia la otra y sin importarle a nadie más. Hm.

—¿Qué te está poniendo malhumorado si no es la aparición? — Elara se volvió hacia Harry en cambio, ignorando el hecho de que Adelaide y Daphne habían interrumpido la infame mirada de Ron de concentrarse en la comida.

—¡No estoy de mal humor! — Harry reiteró, solo quitando sus ojos de la mesa de Slytherin para mirar a Elara una vez. —Y si lo fuera, no es de tu incumbencia, de todos modos.

Elara sonrió con satisfacción; Ron lo notó y le dio un leve codazo a Harry, riendo entre dientes, —Estás cavando tu propia tumba, amigo— Harry frunció el ceño y mantuvo su mirada en la mesa de Slytherin, comiendo sus huevos distraídamente.

Ron volvió a comer su comida, y Hermione siguió mirando al techo, por lo que Elara naturalmente sacó su libro que necesitaba para elaborar el regalo de San Valentín de Hermione. Ella había dominado uno de los hechizos. Solo necesitaba encontrar el otro ... o una mezcla de ambos...