Selcouth// Hermione Granger (Traducción)

◤Absquatulate◢

ab·squat·u·late /abˈskwäCHəˌlāt/
verbo
Irse sin decir adiós 

cw: muerte

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hierbas de verano,
todo lo que queda
de los sueños del soldado

Notas de Elara: Aparentemente, este fue el penúltimo poema de Basho. Me pregunto si él lo sabía. Pero, por la forma en que se escribió ese poema, supongo que sí. Todo lo que queda cuando alguien muere son sus sueños.

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Si Adelaide Murton sabía algo, era que Elara Black y Hermione Granger venían como pareja. Eran una pareja que estaba tan completamente enamorada la una de la otra que separarlas era comparable a dividir la luna y la tierra. Fue exactamente por eso que insistió en silencio en que Elara se quedara con Hermione después de los eventos de la Sala de los Menesteres.

También fue la razón por la que estaba un poco confundida cuando vio a Harry y Ron protegidos por Luna, Seamus y los Patronus de Ernie contra los dementores. Solo Harry y Ron. Sin Elara y Hermione. Por un momento, Adelaide había asumido que Elara y Hermione estaban haciendo otra cosa, pero Ron sostenía el bolso de cuentas de Hermione. Y Adelaide sabía por su tiempo en Shell Cottage que Hermione nunca perdía de vista su bolso de cuentas.

Lo único en lo que Adelaide tuvo tiempo de pensar fue en que Ron estaba bien, por ahora, hasta que Theo la llevó a correr hacia los patios detrás del castillo para escapar de los gigantes en el patio de entrada y proteger el castillo desde allí. Ella, Draco y Blaise habían encontrado a Daphne, Theo y Pansy relativamente rápido en el Gran Comedor y, a medida que avanzaba la batalla, se trasladaron al patio de entrada, guiándolos hasta ahora.

Theo estaba siendo el líder principal cuando los otros tres los encontraron, lo cual fue un alivio, y ahora conservaba ese papel. —¡Preferiría no morir siendo pisoteado por un gigante maloliente! ¡Vamos! — instruyó Theo mientras corrían por los pasillos. ¿Quién sabía qué tipo de criaturas del Bosque Prohibido estarían tan dispuestas a ayudar a los Mortífagos? Las acromántulas ya tenían el placer de hacerlo, y al igual que su novio, Adelaide les tenía terror y quería alejarse de ellas lo más rápido posible. Luchar contra los mortífagos parecía incluso más placentero.

Solo habían estado en los patios traseros por menos de cinco minutos (ya que atravesar los corredores tomó más tiempo de lo esperado), marcando a los últimos Mortífagos que habían quedado y entraron por allí cuando una voz fría y aguda idéntica a la del gran comedor sonó a través del aire. —Han luchado con valentía. Lord Voldemort sabe cómo valorarla — comenzó cuando la batalla se apoderó.

—Esto no otra vez... — murmuró Daphne irritada mientras todos se tapaban los oídos. Pansy asintió vigorosamente mientras Draco rodaba los ojos ante la voz de Voldemort resonando en la atmósfera. Si bien la voz era baja y tranquila, era ensordecedora y comparable a ser hablada por una serpiente, y obviamente era algo de lo que asustarse (lo que era Adelaide) y desear bloquear.

—Sin embargo, han sufrido grandes pérdidas. Si continúan resistiéndose, todos morirán, uno por uno — continuó Voldemort, demasiado tranquilo para el mensaje. Blaise apretó sus labios en una fina línea, Pansy se estremeció. —No deseo que esto suceda. Cada gota de sangre mágica derramada es una pérdida y un desperdicio. Lord Voldemort es misericordioso. Ordeno a mis fuerzas que se retiren de inmediato. Tienen una hora. Deshazte de tus muertos con dignidad. Traten a sus heridos.

Afortunadamente, del grupo de amigos de Slytherin, no se había hecho mucho daño. Blaise previamente había estado agarrando su muñeca izquierda, Daphne tenía un moretón creciendo en su mejilla, y todos se veían bastante arrugados y desaliñados, pero por lo demás, nada más. Adelaide no conocía a nadie que hubiera tenido algo peor, pero estaba segura de que pasó junto a cuerpos de seguramente estudiantes durante la batalla...