(#𝟬𝟭). 𝐀𝐋𝐅𝐀𝐒. ━━━ (T/N) y Taehyung son predestinados, pero no lo saben.
⠀Sin embargo hay otro gran detalle, ambos son alfas y con eso surge un problema; cada quién tenía a su omega, ellos creían conocer la felicidad a su lado, pero la realida...
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Tiempo antes.
—Mamá. Se terminaron los supresores y inhibidores. —Anunció bajando las escaleras para ir a la cocina con un mal humor.— Ah. ¡Que delicioso huele! ~ —Cambió su mal humor a uno alegre, amaba la comida que su madre preparaba y el cómo olía.
—¿Otra vez? ¿Cuántos usas cuando estás en celo? No deberías consumir tantos, te harán daño. —Regañó mientras terminaba de apagar la comida. La alfa quien estaba ahí de curiosa, quería probar un bocado de la comida. Tomó una cuchara sin importarle que estuviera recién salido de la estufa. A punto de tomar un poco su madre golpeó su mano, en un regaño.— No, cachorro malo.
—Pero... —Se encogió de hombros al ser regañada como si se tratara de un cachorro, trató de poner una cara tierna para conseguir lo que quería.
—Sin peros. Debes esperar a la cena. —Dio media vuelta dejando a la alfa triste y con ganas de probar la comida.— Iré a comprar los inhibidores y supresores que necesitas. Espera en tu habitación y no te acerques a la puerta. Jimin aviso que vendría más tarde, pero por precaución, no bajes hasta que yo llegue. —Tomó su bolsa del perchero que estaba cerca de la entrada.
—Okay, mamá. Ten cuidado. —Subió uno de los escalones viendo como su mamá se marchaba cerrando la puerta. Subió a su habitación para recostarse.
Estaba aburrida. Cuando tenía su celo, no tenía permitido salir, mucho menos estar rodeada de sus amigos. Extrañaba a Jisoo, desde aquel día donde se presento el celo de la omega no la había visto ya que había llegado después el suyo, solo hablaban por mensaje. Estaba a punto de escribirle para saber como estaba pero al tomar su celular, noto que tenía poca batería. Murmuró una groseria mientras aventaba el celular a un lado suyo.
—Aquí encerrada no tengo nada que hacer. Mejor dormiré hasta que mamá regrese. —Estiró sus brazos y los acomodó detrás de su cabeza. Quedándose poco a poco dormida.
2 horas después.
La (t/c/d/p) había despertado, soltó un bostezo y se puso de pie. Busco el cargador de su celular y lo conecto, se había descargado por completo así que solo intento prenderlo dejándolo ahí para bajar a la cocina. Lo que no sabía es que en el tiempo que estuvo apagado había recibido varias llamadas de su amigo Jimin.
—Ah. ~ Tengo hambre. —Una vez más bostezo, rascándose levemente el estómago. Iba en camino a la cocina hasta que llamaron a la puerta.— Maldición... Mamá no está y no tengo permitido abrir la puerta. —Pensó.
Nuevamente llamaron a la puerta, al otro lado solo había silencio. Cuando estuvo a punto de irse y marcharse, se detuvo ahí mismo mirando la entrada.
—Puedo sentirlo... Siento el aroma leve a feromonas al otro lado de la puerta. ¿De quien será? —Jamás había sentido esas feromonas en la vida. Cautivada por el aroma que sentía en ese momento avanzó a pasos rápidos a la puerta, dudo un momento en abrir, no debía, pero quería.
