Capítulo 7: Karma

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Como siempre no pude dormir en toda la noche, ahora es de madrugada y todo se encuentra sumido en un profundo silencio y pasividad que es por alguna razón me resulta inquietante, como si a lo lejos alguien me vigilara. Pero de inmediato alejo esos pensamientos de mi cabeza, por lo que mejor decido esperar a Jonay cerca de la puerta. Ya que cuando descubrí todo eso, decide llamarle y contarle todo, por lo que sin dudarlo me dijo que me iba ayudar. Y justamente a lo lejos diviso su auto, por lo que decido salir a su encuentro.

-Miranda, sube... ¿Trajiste la laptop contigo?-me pregunta con el rostro muy angustiado y desvelado, por lo visto a él le afecto mucho la noticia.

-Sí, la traje, pero a ¿Dónde iremos? Solo me has dicho que conoces a alguien que nos puede ayudar.

-Así es, ¿te acuerdas de mi primo Samuel?

-¿Es el nerd de los videojuegos?

-Ese mismo, bueno resulta que no solo es veinteañero adicto a los videojuegos, vago y nerd, como todos piensa. De hecho es un gran hacker e informático muy reconocido en la comunidad, y estoy seguro de que él nos puede ayudar.

-Eso sería grandioso.

-Eso sí, no es tan agradable y de hecho es bastante mierda con el mundo. Puede que incluso no nos ayude, pero es el único con un conocimiento increíble, que no puede ayudar con esto.

-Eso déjamelo a mí Jonay, si algo he aprendido es que siempre encuentro la manera de manejar muy bien a las personas.

-Ya lo creo, de hecho da un poco de miedo esa habilidad tuya.

Nos pasamos todo el camino hablando sobre los detalles que había descubierto y que no había mencionado por teléfono. Hasta que llegamos a una moderna casa de cristal la cual es muy hermosa y se encuentra a las afueras del distrito, entramos por el portón y en la puerta nos recibió en la puerta un tipo de unos 20 años con una mala cara. El chico se parecía mucho a mi amigo, solo que este tipo estaba tatuado, con muchas perforaciones, cabello algo largo y unas enormes gafas que hacia resaltar su ojos color ámbar, en perspectiva una versión rara de mi amigo pero con ojos amarillos. Lo observo a detalle, haciendo notas mentales de él, pero lo que me parece interesante es que recuerdo algo que una vez me dijo mi amiga, y que si resulta ser el mismo chico, la batalla está asegurada.

-¿Qué haces aquí a esta hora Jon y con esta chica?- interroga su primo sin el más mínimo gesto de cordialidad, al parecer amable, no es una palabra que lo describa a él.

-Queremos pedirte un favor Sam- habla Jonay, pero su primo esta escéptico ante la petición.

-No dejare que forniques en mi casa, no es un motel, ve y consigue uno para coger, y si no tienes dinero yo te doy, pero acá ni de chiste.

-¡Samuel! No se trata de eso, es un asunto delicado, que requiere tus habilidades, por favor hermano.- le dice un Jonay bastante sonrojado, parece que la sola mención de eso lo avergonzó al extremo, interesante.

-Bien, pasen y explícame de que se trata.

Entramos a su casa y nos llevó su sala donde nos sentamos para hablar del tema, Jonay quería explicar las cosas, pero no podía para de parafrasear las cosas y su primo ya se estaba fastidiando. Por eso decidí que era el momento de romper el silencio y hablar, pues ya había pensado bien las jugadas.

-Escucha Samuel, lo que mi amigo quiere decir es que nos ayudes a buscar a dos tipos que secuestraron a nuestra amiga Aralía hace poco. La policía no puede hacer nada todavía y el tiempo se agota, queremos salvarla y hasta el momento el único con habilidad para ayudarnos eres tú, si es plata lo que quiere te pago.

SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora