Sueños

Capítulo 17: mariposas rotas...

*Advertencia este capitulo contiene temas sensibles, leer bajo su responsabilidad, no apto para sensibles ni menores de edad*

De pronto todo cobro sentido, ahora entiendo porque todo lo que veía no encajaba, confió en el criterio de papá, por eso mi objetivo será saber la verdad, independientemente si esto me lleva al artista o no, si esas niñas sufrieron algún tipo de abuso, significa que deben ser salvadas. Por ello llevo esperando media hora en la entrada de su casa para poder hablar con ellas, cuando su madre llegue.

Después de unos cinco minutos ella llega a su casa, decido esperar y presenciar con mis propios ojos como es su vida cotidiana, al principio todo es tranquilo pero después de cinco minutos que ella había entrado a su casa se escuchan, gritos, llanto y golpes. Por lo visto hay más de un abusador dentro de la familia, así que decido ir a tocar la puerta e intervenir, decido tocar fuerte, debido a que con los gritos y llanto dudo que me escuchen, pero nadie responde, por lo que decido hablar.

-Buenas tardes, soy Miranda, la detective que lleva el caso de su esposo señora...-Todo se vuelve en un silencio abrumador y dos segundo, ni siquiera pude terminar mi oración cuando todo se apaga como si fuera por arte de magia, después la mujer abre la puerta con una cara de tristeza falsa.- ¿Está todo bien?.- decido preguntar, fingiendo como si no hubiera escuchando nada, quiero saber el nivel de descaro que posee esta mujer.

-Sí, ¿Qué se le ofrece detective? ¿Tiene noticias buenas sobre el maldito asesino que mato a mi amado esposo?-En definitiva es una maldita descarada.

-No, la investigación se complicó, por lo que me gustaría solicitar su permiso para hablar con sus hijos, tal vez ello puedan darme algún indicio.

-Con mi hijo ya hablo, es suficiente.-lástima que no puedo dispararle, al menos no con la de mi trabajo.

-Sí, pero necesito hablar con sus hijas.

-No, con ellas no.- y aquí está por sacar su verdadera cara.- no entiendo por qué hablar con ellas, son una chiquillas, no saben nada, no comprendo lo que busca, pero no estoy de acuerdo, le pido de favor que se vaya de mi casa, la policía solo sirve para culpar a los desprotegidos y abusar de su poder.-esta totalmente a la defensiva, eso le da más fuerza a mi teoría, esta mujer oculta algo, que voy a descubrir pronto.- ¡VÁYASE DE MI CASA!!!!

Por el momento no hacer nada es lo mejor, las estúpidas como ellas comenten más errores cuando están más confiadas solo asi podre obtener pruebas, la mujer esta renuente a que hable con sus hijas ¿Por qué? Simple algo oculta y no quiere que se sepa, sin embargo estoy yo para averiguar que oculta, esta noche voy saber la verdad.

La jornada de trabajo fue agotadora y casi es media noche, por lo que estoy casi segura que la niñas ya están dormidas, por lo que ahora si puedo usar mi habilidad. No puedo ir a casa, así que me acomodo en el sillón y cuento hasta llegar al lugar que quiero.

-Bienvenida Miranda

-Hola Adriel.-le digo lo más fría posible, aunque internamente sienta un caos abrumador.- necesito abrir dos puertas.

-Por supuesto, dime sus nombres y te llevare a las puertas correctas.-le doy el nombre de las hijas de la víctima. Adriel me conduce por el camino hasta donde están sus puertas.- estas son, puedes ingresar.

Respiro hondo y controlo mis emociones, con la practica he aprendido a crear una barrera que impide que las emociones del subconsciente de la persona me afecten. Sin embargo es eso no evita sentí desagrado y repulsión de todo lo que vea en la mente de los criminales, pero ahora es diferente, son dos niñas y posibles víctimas ¿dudo que sea tan malo no?

-Estoy lista.-Primero será la puerta de la mayor y después la menor, pienso para mí misma.- a descubrir la verdad.

Ingreso a su mente al principio todo es oscuro, luego aparece un mundo hecho de espejos rotos y sucios, y en cada fragmento puedo apreciar los abusos que ambos padres cometían con las dos, pero las cosas más crueles eran cometidas por él, ese hombre que se supone es su padre, abusaba de muchas formas de ella y su hermana menor mientras su madre simplemente salía o ignoraba sus suplicas.

La madre las golpea e insulta, mostrando celos y desagrado por que las prefería a ellas y no a ella, según ella porque son las mariposas deseadas de papá, mientras que ella quedo en segundo. ¡Ambos padres son unos malditos enfermos! No puedo ver más esto.

-Miranda, contrólate, no dejes que eso te afecte, no son tus emociones, recuérdalo.- me habla Adriel para sacarme de mi nube roja de ira y rabia.

-OHHH, creme, las ganas de matar y vomitar si son mías, los que pasa es que ver su mundo es tan cruel e inhumano, ver a una víctima tan inocente sufrir esto es...

-Sí te sientes tan afecta, no deberías abrir la segunda puerta, considero que no podrás manejarlo.

-¿Por quién me tomas? debo saber la verdad para poder salvarlas, ver cómo están, evaluar la situación, e idear un plan, ese es mi trabajo.

Salimos del subconsciente de la hija mayo para ir con la menor, aunque mi cuerpo tiembla de rabia y repulsión no puedo detenerme, no ahora que se la verdad.

Abrí la otra puerta pero nuca hubiera estado preparada para lo que vi, en todos mis años de detective y policía, siempre trate casos de homicidio y gente psicópata y sociópata, las victimas por estar muertas siempre quedaban relegadas a un segundo plano para mí, ya que no podía abrir sus puertas, jamás vi y sentí lo que ellos sintieron, fueron pocas las victimas que pude ver y esta niñas era una de ellas. Lo que veo no tiene perdón, ni todos los insultos del mundo bastarían para ese maldito desgraciado, como era posible que le ¿hiciera todo eso su pequeña hija? No, ¿cómo era posible que le hiera eso a las dos? ¿Qué clase de bestia era ese ser? Como era posible que su padre le hiera eso, conforme fue creciendo el abuso fue mayor, y lo peor era lo que el maldito enfermo les decía en forma de burla y humillación "tranquila mi mariposita, las maripositas tan bien sangran y también son rotas, mi mariposita de sangre"

Las emociones me embargaron, el odio, tristeza, sed de matar y miedo, todo se mezcló, empecé a gritar y mi mente solo enfocaba una sola cosa matar, pero en mi ataque desenfrenado el yo interno de la niña apareció ante mí, como una mariposa de las alas rotas, sucia y bañada en sangre, en términos sencillos, una mente rota y marcada de por vida. En ese momento quise romper todas las reglas y alterar su subconsciente. Pero Adriel detuvo mi mano y me saco de su mente.

-Miranda, reacciona, ¡MIRANDA!

-Quiero matarlo y matarla a ella.

-Entiendo los motivos, pero estuviste a punto de romper las reglas, y eso pudo haberte ocasionado graves consecuencias. Te lo advertí, que si era muy impactante, no debiste abrir esa puerta.

-Necesito salir de aquí, necesito desahogar esto o terminare matando.

-Calma Miranda, esas no son tus emociones, son las de ella, deberías...

-¿Tu que sabes de emociones y sentimiento? Eres un ser de aspecto humano nada más, no sabes lo que siento ni nada, realmente no necesito escuchar tu opinión, solo alguien que pueda sentir y comprender los sentimientos, puede decirme algo así. Tú no puedes.

Desde que desperté he estado en el campo de tiro, repitiendo una y otras vez, matar, es lo único que quiero y en lo que pienso, pero debo calmarme, debo ayudarles, por lo que voy a mi oficina a estudiar el caso y llamo a papá para que me auxilie un poco. Debo encontrar pruebas que incriminen a la madre y se descubra la basura que era el padre. Observo la foto de su cadáver y en cierta medida siento satisfacción de su trágico final, el artista hizo que el pedazo de escoria sufriera mucho. Sin embargo me percato de algo muy interesante, el supuesto arte macabro que realizo el artista, hace referencia a lo que el maldito les decía a sus hijas cuando las violaba. Pero ¿Cómo lo supo él? ¿Acaso las niñas hablaron con él? Si es así, creo que tengo la primera pista real sobre el artista.

Pero primero debo mandar a conocer el infierno a una escoria, para poder dar inicio a mi cacería.