Como varios lo pidieron, he aquí la parte dos del libro de imaginas. Activen la imaginación y dejenla volar. Dejen que Michael se encargue de todo
~Mmh~ah~si así
~Hazlo como a mí me gusta
~Se mi chica mala por hoy, lindura
~Esta noche te daré ta...
Oh llamas de la lujuria, consumanme ahora antes de que cometa algo indebido. La vi pasar por frente mío con su sexy trajecito blanco, ¿Que si me calentó? Claro que sí, y más con todos los roces que hubo recién en las grabaciones. Mi erección esta doliendo. La seguí y vi que se metió a los vestidores, una miradita no hace mal
Su trajecito blanco fue retirado por sus manos, dejándome ver su ropa interior, baje mi mano a mi entrepierna y mi mirada bajo por su cuerpo, cuando llegue a la parte de sus glúteos mi mano apretó levemente mi erección y me mordí los labios
Ella buscaba su ropa, no aguante mas y entre cerrando la puerta, me acerque a ella y la tome de las caderas apegandola a mi
—Mmh~
—¿M-Michael?
—Si, cariño —empece a rozarme contra ella—
—N-No deberías estar haciendo, umm~esto
—Pero lo quiero hacer, y cariño, déjame decirte que no me impediras hacerlo —bese su cuello—
—Mmh~p-para, M-Michael ah~ —mi mano fue a parar dentro de su ropa interior y acariciaba su vagina—
—Shh... Te encantara —baje su braga y quite su sujetador para dejar libre sus pechos—
La coloque apoyada en la pequeña mesa de luz, de espaldas, y tome sus manos para empezar a rozar mi erección contra ella
—Mmh~¡e-esta b-bien! Házlo, M-Michael
Sonreí y baje mi pantalón junto a mi boxer para entrar en ella, me empecé a mover sin piedad, escuchaba sus gritos de placer y me fascinaban, también escuchaba cuando gemia mi nombre, me estoy enamorando de su pasiva y aguda voz
Apretaba sus senos mientras me movía bastante fuerte, ella se agarraba de la mesita de luz, gemía y gritaba, yo entraba y salía, salía y entraba a un ritmo constante, en ningún momento me quería separar de su humedad
—¡Aaaah!~¡M-Michael P-Para Estoy P-Por...! aah~ —sus paredes me empezaron a apretar—
Solté un gruñido y aprete con fuerzas sus pechos para moverla hacia mí y hacer que al fin se corriera, quedó agotada, pero igual, yo quería más...
La levanté de la mesita sin separarme de ella y la acomode en el suelo, ella por inercia se sostuvo quedando en 4, pero yo levante su pierna y la di vuelta quedando ella acostada boca arriba y con su pierna en mí hombro, me empecé a mover rápido de nuevo, ver sus expresiones de placer era aún mejor. Mi pene se volvía loco con cada roce de sus paredes, quería correrme ya pero lo estaba aguantando porque quería no dar más, empecé a transpirar pero igualmente me seguí moviendo dándole embestidas profundas
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Lo más delicioso de esto para mí es sentir la adrenalina de que nos pudieran encontrar y que nos meteríamos en problemas, eso me volvía salvaje. Salí de ella y me corrí en su abdomen, ya no lo podía aguantar más
—Mmh~me dejaste m-muy cansada, Michael. Eres una bestia
Reí—: Cariño, esto no ha acabado aún
—¡¿Que?! ¡Pero yo ya no quiero más!
—Una sola ronda más —pase mis dedos por su abdomen tomando un poco de esperma y lo acerque a su boca, ella lo probó— Mmh~eso es, es rica la leche de papi, ¿Verdad?
Solo asintió con sus mejillas coloradas, sonrei y la tome de la cintura para ponerla sobre mí y hacer que mí pene entre en ella
—Ah~montame, cariño
Ella empezó a saltar sobre mí algo cansada, puso sus manos en mis hombros y empezó a subir y bajar más rápido, mordí mis labios y mis manos se posaron en su espalda bajando hacia su redondo trasero, lo aprete haciendo que saque un gemido especial, empecé a moverla yo, rato luego ambos nos estábamos por venir cuando sentimos la puerta ser tocada, ambos paramos y ella me miró con nervios
—¿Michael, Tn? ¿Esta alguno aquí?
—...—no respondimos nada y yo empecé a mover sus caderas en circulos—
Tapó su boca con sus ambas manos cerrando sus ojos con fuerzas—: Mmh~
—Que raro, ¿Donde se habrán metido? —sentimos sus pasos alejarse y yo sonreí—
—Eso estuvo cerca
—¡Michael casi nos descubren por tu culpa!
Solté una risita perversa—: No sabes lo mucho que me fascinó
—¡Ya cállate! Ahora te quedas así —se levanto haciendo que mi pene salga de ella—
—¡Hey, hey, hey! ¡No me puedes dejar así!
—Lo estoy haciendo
—¡Dolerá!
—Tu problema, y eso te enseñará que para la próxima las cosas se piden antes de hacerse
—Ok, mami
—Umm~no me digas así por favor
—¿Cómo? ¿Mami~?
—No lo digas, por f-favor
—¿Y si no te dejo de decir mami que pasará?
*Rato luego*
Caí a su lado rendido y respirando agitado, si que es buena
—Te dije que no me dijeras mami —ella también respiraba agitada—
—Lo hubiera sabido antes —hice una sonrisa traviesa—
