Crónicas de un romance de escuela.

10. Tartas

El fin de semana la ayudó a recargarse. Había terminado todas sus tareas y trabajos pendientes, así que dispuso todo el domingo y lo que le quedaba del sábado para reflexionar. Su plan era aclarar sus ideas, atar cabos.

El sábado acompañó a su abuela a comprar verduras al supermercado. Durante la tarde prepararon tartas de zanahorias y las sirvieron como postre a la hora de la cena. Sus padres habían estado todo el día en casa, pero para Camyla y su abuela ellos eran invisibles. Su abuela siempre le decía "Por eso están así de viejos, por estar todo el día en un computador" cuando pasaban por su habitación y los observaban trabajando en la cama o en la sala de estar. Todos se reunieron a las seis en el comedor. La tarta estaba tan deliciosa que Camyla terminó sirviéndose tres veces más.

El Domingo por la tarde se encontró con Alicia, juntas fueron al parque y comieron helados. Hace algunos días que no salía de su casa, aunque fuera para caminar. Tomar aire fresco y relajarse con su mejor amiga el ultimo día de la semana le había servido mucho. El lugar estaba medianamente solitario, Camyla se había puesto una sudadera gris con detalles plateados en las mangas y unas converse negras. Se sentaron en unas bancas después de recorrer los alrededores hasta que se ocultó el sol. Su cabello estaba por todos lados, había decidido llevarlo suelto, pero al llegar la noche lo ato en una coleta alta.

Paso poco tiempo para que decidieran volver, el viento frio comenzaba a aparecer en el parque iluminado con luces amarillas. Al llegar a casa prepararon sándwiches de atún y se arreglaron, no iban a ninguna fiesta ni nada por el estilo, pero maquillarse juntas y escuchar música era uno de sus pasatiempos favoritos. Se sentía tan cliché para Camyla hacer una pijamada con su mejor amiga tal y como lo veía en películas que después de algunas horas ponía los pies en la tierra y comenzaba a enumeraba sus problemas, en especial los de la escuela.

Al finalizar la noche se habían tomado fotos, habían cantado a todo pulmón las canciones de Adele y Taylor Swift, probaron todos los delineados posibles y por existir, jugaron a los roles y hasta jugaron al karaoke. Toda la documentación de esa alocada noche la subieron a sus redes sociales, sobre todo Alicia. Vieron películas románticas de los 2000's toda la noche y al comenzar las tres de la madrugada ya estaban durmiendo.

Durante el fin de semana ninguna de las dos mencionó lo del cubo, sin embargo, las dos sabían que tenían que recuperarlo. El ultimo pensamiento de Camyla antes de tumbarse en la cama fue: "Debo recuperarlo".