Crecer fue el deseo más tonto que tuve cuando era un niño, no advertí que tendría un millón de problemas y que la gente fuese tan superficial. Importa más el físico; el corazón y los sentimientos están subestimados. Poco a poco vamos amoldándonos para no caer, pero casi a todos se nos borra la sonrisa y las ganas de existir.