Algún día conoceré a alguien que me dirá que nunca hubo nada malo en mi. Que soy lo mejor que le pudo pasar en su vida, me amará y deseará tanto como las plantas desean la lluvia. Seré su mayor anhelo y deseo, ese deseo que pedirá cada vez que mire pasar una estrella fugaz, sonreirá agradeciendo por el regalo tan grande y hermoso que le fue otorgado.
Solo es cuestión de tiempo, yo también merezco un amor bonito, de esos que nunca terminan y se aman hasta la eternidad.