Llevo tatuado tu nombre en el alma, jamás podré borrar el inmenso amor que guardo. Ni besando miles de bocas olvidaré el sabor de tus dulces labios, recuerdo con nostalgia el sonido de tu voz; sigue resonando y haciendo eco en mis memorias. Nadie, ni en miles de reencarnaciones ocupará tu lugar.
Amargas son mis noches, llenas de dolor y nostalgia. Añoro y quiero de vuelta tu amor, me aferro a la esperanza de que algún día volverás a mi. Hasta mientras moriré lentamente, bebiendo del peor veneno: tu ausencia.