❪⛤❫ 𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖚𝖓𝖔

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Cassie caminó por el salón de su casa vacía, percibiendo la frialdad que se colaba por las paredes forradas de papel floreado

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Cassie caminó por el salón de su casa vacía, percibiendo la frialdad que se colaba por las paredes forradas de papel floreado. Era ya la hora del crepúsculo, cuando la noche comenzaba a caer y el día se iba junto con el Sol, precisamente el mejor momento para abrazar su soledad como única compañía.

Su cabeza era un manojo de pensamientos y planes que consistían casi todos en encontrar algo que hacer para ese verano, en lugar de quedarse en aquel pueblo tan oscuro y sombrío como lo era Chance Harbor.

Además, sus amigos estaban dispuestos a hacer lo mismo también.

Melissa se iría a Washington con su padre por un tiempo, y esta no es que le hubiera dado mucha información al respecto. Al igual que Jake, o Adam, aunque a este último prefiriera evadirlo todo lo que le fuera posible. Después de todo, gracias a la maldición de su padre, no es que ella pudiera hacer algo para que él volviera a recordarla. Por eso, prefería concentrar su mente en algo más que en su corazón roto, que por supuesto, no sería compartir sus próximas ocho semanas con Faye Chamberlain y sus molestas ocurrencias.

A decir verdad, solo existía una persona con quien hubiera querido estar, pero desafortunadamente, no iba a ser posible.

Diana se había ido, y probablemente no regresaría hasta finales del mes de agosto. Tan solo pensarlo le hacía sentir una fuerte opresión en el pecho a Cassie, quien a esas alturas no podía parar de sentirse culpable por todo lo que le había causado. Primero, por haberle quitado al chico que amaba, aunque luego ella pareciera de acuerdo con el hecho de que era algo que ninguno de los dos podía evitar. Segundo, el haber traído tantos problemas al círculo haciéndolos confiar en John Blackwell, su progenitor de sangre y de Diana, quien solo los usó para sus propios planes y al cual ambas lograron vencer valiéndose de su propio hechizo. Y por último, el haberla obligado a despertar ese lado oscuro suyo. Uno que ambas poseían y las hacía portadoras de un extraño poder. El más malvado de todos.

Las mechas de su cabellera rubia parecieron prenderse cuando la luz clara de la Luna se filtró a través del ventanal, e iluminó todo su cuerpo delante de la chimenea.

Cassie miró la extraña marca en la palma de su mano. Aquella espiral imperfecta que la había marcado como una de las últimas descendientes Balcoin. Sangre que no estaba orgullosa de llevar, pero que la hacía lo suficientemente fuerte para proteger a su aquelarre.

Aunque ahora estos se encontraran lejos los unos de los otros. Más de lo que le gustaría aceptar. Pues luego de la reunión que tuvieron aquella tarde, pareciese ser que todos se habían hartado un poco de todo el asunto de la magia y ahora decidieran tomarse un descanso permaneciendo lo más lejos que les fuera posible los unos de los otros.

Sus ojos azules miraron las cenizas abandonadas en la chimenea, y brillaron cuando la de nostalgia y la pena se apoderaron de ella.

Si sus amigos tomaron esa decisión, a ella no le quedaba de otra que hacer lo mismo. Pero, por supuesto, no desaprovecharía todo el tiempo que tenía recordando los fantasmas de su abuela y su madre en aquella casa. Era algo demasiado doloroso como para sobrellevarlo sola. No, mejor se dedicaría a investigar por su cuenta. A viajar. Saber más sobre sus antepasados, y si era posible... encontrar a esos hermanos que desconocía, pero que tarde o temprano darían con ella para llevar a cabo eso que su padre no culminó.

Mientras miraba directamente el polvo de color grisáceo, una idea se instaló en su cabeza, abriéndole paso a una luz clara y potente.

Su mano se elevó, apuntando hacia la rejilla. Ella sintió el poder salir de su cuerpo como una ráfaga de calor, centrándose en la mecha, y de repente, una llama se disparó.

El fuego comenzó a quemar nuevamente los trozos de madera que quedaban en aquel rincón, y una sonrisa a medias se coló por entre los labios de la bruja.

Ella creyó que el mal se había esfumado con la desaparición de John. Que la batallaba estaba ganada y podrían descansar tranquilos a partir de entonces. Pero se equivocaba.

Ellos ya estaban ahí, tan poderosos como no le era posible imaginar, y en sus mentes desfilaba un solo objetivo: Cerrar el círculo para el cual habían sido creados.

No, la guerra no había sido ganada del todo, y los problemas para el círculo secreto estaban apenas comenzando.


















No, la guerra no había sido ganada del todo, y los problemas para el círculo secreto estaban apenas comenzando

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[ manip hecho por aristxr ]

THE TEMPTATION ━━━ the secret circleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora