№01 - Un líder ejemplar.

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Sabado 23 de Septiembre.

Ha pasado un dia completo desde aquella explosión.

Mi padre fue el primero en salir y después me pidió que lo acompañará fuera de el sótano para comprobar los daños provocados por la onda expansiva.

Lo primero que yo vi al salir, fue el infierno...

Las casas estaban destruidas, algunos lugares estaban prendidos en llamas y los coches estaban completamente volteados y destruidos, todo estaba desolado.

Aún habían vecinos que lograron esconderse en sus casas de la explosión.

Habían niños, adolescentes y adultos buscando entre los escombros en busca de algún sobreviviente.

Mi padre se unió a la causa y me pidió que diera una vuelta por los alrededores para confirmar los daños y también para buscar comida.

Ahora que lo pienso...

Todo esto parece como si se tratara de una serie post apocalíptica.

Solo espero que todo esto sea solo un mal sueño...

Pero parece que este no es el caso, debido a que aun sigo teniendo la vendas que cubre la herida en mi mano de ayer.

...

Dios mío, parece que todas las casas y tiendas estan completamente vacías, supongo que la gente ya se habia ido desde antes de lo sucedido ayer.

Muchas preguntas inundan mis pensamientos, no paro de divagar y de teorizar sobre lo que pudo haber sucedido ayer.

"¿Acaso me perdí de algo importante?"
"¿Porque la gente se fue de la ciudad tan repentinamente?"
"¿Ellos ya estaban informados sobre lo que iba a suceder?"
"¿Entonces porque yo no lo sabía? "

Todo esto comenzó a molestarme, pero decidí dejarlo de lado por el momento, necesito centrar toda mi atención sobre lo que me pidió mi padre.

Busque entre los escombros de las casas y también en algunas tiendas de conveniencia, no logre encontrar muchas cosas, sólo un par de latas de comida y algunas botellas de agua.

Cuando regrese, logre ver a mi padre revisando el estado de un chico que estabas tirado en el suelo completamente inmóvil.

Yo rápidamente corrí a ayudar, pero ya era tarde, el ya estaba completamente tieso.

El chico había sido empalado por un tubo de metal, el cuál había volado hacia el atravesando su estómago y espalda.

La escena era horrible, no pude evitar sentir ese sentimiento de asco y comencé a vomitar.

Mi padre me dio unas cuantas palmadas y me dio un trapo para limpiar mi rostro.

Yo no conocía a el chico que estaba muerto frente a mi, pero ese sentimiento depresivo no era algo que se pudiera ignorar.

—¿Ya estás bien?— pregunto mi padre notablemente preocupado.

—Si... Sólo dame un minuto.— le respondí con un fuerte pesar.

Mi padre me dejó sólo para que yo pudiera digerir lo que había visto, y continuó ayudando a los demás con sus problemas.

Estuve unos 10 minutos completamente en silencio mientras contemplaba el cuerpo sin vida de aquel chico.

Mi padre regreso y me pidió mi ayuda para mover algunos escombros que estaban en el camino.

Me levanté del suelo y corrí a ayudarlo sin dudarlo.

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