Séptima parte.

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El líder se esmeró en hacer un gran puchero en su facción. —¡Aaaghhh!, o-daaa-saaa-kuuuu. —se quejó; alargando cada una de las vocales, suspirando entre estas, intentando llamarle la atención al otro. Pero había fallado. —¿Por qué eres tan difícil de conquistaaaar?~ —el puchero en su facción no cedía, tuvo que levantarse del sofá, volviendo a sentarse y enderezarse en este.

Cuando la distancia fue suficiente, se dió la vuelta. El hombre más adulto le mostró que aquella arma de fuego ahora yacía en su poder. —Esto será de mi propiedad, con su permiso, claro.

El castaño se acostó nuevamente, una mueca cómica se presentó la facción del joven líder. —Me nieg-

Fue interrumpido abruptamente por el mayor, que no tardó en excusarse, estaba siguiéndole el rollo en cuanto a bromas y drama.

—Me autoricé yo solo. —su atención estaba centrada en la ya mencionada. —Debo averiguar si es un emblema de la organización enemiga, o algo por el estilo.

A Dazai se le vino una idea en la cabeza, sus ojos brillaban con divertida malicia y diversión. —¡Déjame acompañarte! —exclamó, nuevamente sentándose con rapidez como lo había hecho con anterioridad.

—Entonces, ven. — el otro respondió ante la intrépida insistencia de menor, ocultó el arma en uno de los bolsillos de su pantalón.

Osamu ya estaba de camino hacia él, cuando de repente tuvo un mal presentimiento.

—Pero tendrás que leer cientos de libros si vienes conmigo, joven líder.

Hizo un retroceso de sus pasos en cuánto oyó la palabra “leer”, no le agradaba la idea de leer grandes libros en lo absoluto a la hora de investigar, puesto a que odiaba con todo su ser los dolores de cabeza, sobretodo haciéndolo obligado. Obviamente tenía sus pequeñas excepciones.

—¡Ah!, pensándolo bien, mejor dormiré una siesta. —Levantó su diestra en sintonía de un corto saludo, inocentemente. —Eres libre de investigar por mí, Odasaku.

Oda solo lo vió de reojo, junto a una maquiavélica sonrisa que se había adjuntado en él, sin razón alguna; asintió ante aquella confesión del otro, había escogido la mejor elección. —Como desees, si me necesitan, ya sabes donde me encuentro.

Volteó, mirando hacia el frente. Alzó una de sus manos también hacia el frente para empujar una de las puertas y salir de aquella habitación.

Al salir de allí, se arregló el cuello de la camisa abotonada que llevaba debajo de su abrigo, evitar sospechas fue lo primero que cruzó por su cabeza, sin embargo, hubo algo más que lo dejó extrañado, y es que se había notado demasiado la ausencia de los hombres que custodiaban todo aquél abundante edificio.

Eso solo ocurriría en cierta ocasión, ¿acaso ya había anochecido? ¿cuánto tiempo se había tardado?

Mientras caminaba por los pasillos, se arremangó una de sus mangas hasta mitad del antebrazo, el objetivo era ver la hora.

Maldita sea, un poco más y eran las nueve de la noche. No cabía duda que cuando tenía un día activo, su sentido de orientación le fallaba, y las horas le pasaban como los segundos.

| ¡Buenas!, actualizo para que sepan que no abandonaré este fic, también para avisarles de que he vuelto a escribir y que me he tomado el tiempo actualizar la portada, ¡espero sea de su agrado!

—see' ya. ♡︎

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2021 ⏰

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