BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓

𝟔. 𝐋𝐈𝐄𝐒 𝐔𝐍𝐅𝐎𝐋𝐃𝐄𝐃

AnnaLeigh Malfoy

—Pon la nuez en la punta de tu nariz y trata de atraparlo, ¡eso es! ¡Lo tienes!.—Sonreí y observé como atrapó la nuez con la boca, masticando lentamente.

Habían pasado 2 horas desde que su padre fue escoltado desde el edificio por un par de aurores, terminó quebrando bajo presión y admitió haber abusado de ella, además de no dejarla salir de su habitación para comer y beber en dos semanas. ¿Aún estaba vivo? Estaba más allá de mí.

Pero me alegro de que lo fuera.

—Anna.—dijo Draco mientras apartaba la cortina.—SPBYM ('Servicios de protección de brujas y magos jóvenes') están aquí.

—Oh.—suspiré y me puse de pie.—Vamos, alguien está aquí para llevarte a un nuevo hogar con gente agradable.—Bajé mi mano para que ella la tomara. Ella sonrió y se puso de pie, envolviendo su pequeña mano alrededor de mi dedo.

Estábamos a punto de salir cuando una mujer abrió completamente la cortina. Era alta, más alta que yo y casi tan alta como Draco, su piel era de un hermoso tono chocolate y su cabello negro y rizado estaba recogido en un pulcro moño.

Llevaba gafas en la cabeza y una bolsa al hombro.

—Oh, lo siento.—se rió entre dientes.—No sabía si entrar o no.—sonaba dulce y su voz era gentil, todo lo contrario de lo que parecía.

—Hola, soy el Dr. Malfoy.—le tendí la otra mano para que la estrechara. Ella sonrió y lo tomó feliz.

—Soy Carmen. Jefa de correcciones en SPBYM y esta debe ser la pequeña Amelia.—sonrió mientras se agachaba a su nivel. Amelia escondió su rostro en mi pierna y eso hizo que mi corazón se hinchara.—Hola, Amelia. Estoy aquí para ayudarte.

—Ella es un poco tímida.—dije. Carmen se rió entre dientes y se puso de pie.

—Todos lo son.—dijo.—Se acostumbrará a la forma en que funciona nuestro sistema y, esta vez, la semana que viene, estará diez veces más feliz.

—Genial.—sonreí.—Amelia, vas a ir con esta linda dama ahora, ¿de acuerdo?.—Amelia asintió brevemente y soltó mi mano. Carmen extendió la suya y Amelia la tomó vacilante, mirándome en busca de aprobación. Asentí con la cabeza y vi como ambos se iban.—Draco...

—Ni siquiera lo pienses.—negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.

—Pero son tan lindos cuando son pequeños.—me quejé y me di la vuelta para enterrar mi cabeza en su pecho. Se rió y abrazó mi espalda.

—Lo sé, lo sé.—dijo.—Pero tres son suficientes para mí y dos son suficientes para ti.

—No sabes lo que es suficiente para mí.—me burlé juguetonamente y me alejé de él.—Ahora, ¿Cuánto falta para ir a casa? Estoy exhausta.

—Mi amor, nos quedan 4 horas.—dijo, mirando su reloj.—Entonces podemos ir a casa.—colocó un dedo debajo de mi barbilla y levantó mi cabeza para mirarlo.—Y podemos hacer todo el relajamiento queremos.—sonrió.

Jadeé.—Ahora, estoy emocionada.—Sonreí y me puse de puntillas para colocar un beso en sus labios.

—¿Ese lugar de trabajo es apropiado? No creo que lo sea.

Rompí nuestro beso y me incliné sobre mis pies.—¿No te atraparon literalmente con Albus en su firma de aurores?.

—No es el punto.—dijo con una sonrisa astuta.

—Tengo que volver.—Draco se inclinó y me dio un último beso rápido.—Hasta luego, Kehlani.

—Sí, adiós Otto.—sonrió antes de tomar mi mano y arrastrarme lejos.