𝟒𝟔. 𝐂𝐑𝐈𝐓𝐈𝐂𝐀𝐋

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AnnaLeigh Malfoy.

—¡Anna! ¡Anna!.—Volteando mi cabeza hacia un lado, vi como Kehlani corrió hacia mí e inmediatamente me abrazó tan pronto como estuve a su alcance.—Vine lo más rápido que pude. ¿Qué pasó? ¿Dónde está Draco?.

—En cirugía.—dije claramente, mirando la pared en blanco frente a mí.

—Mierda.—murmuró.—¿Qué le pasó?.

—No lo sé.—suspiré tratando de contener las lágrimas.—Él estaba bien, perfectamente bien. Me hablaba, me besaba y luego se fue, se fue.

—¿Y todavía no te han dicho nada?.—Ella dijo mientras se sentaba a mi lado.—¿No tienen que actualizarte sobre su estado?.

—Al diablo con esto.—dije mientras me ponía de pie.—Vuelvo enseguida.—y antes de que Kehlani pudiera cuestionar, me alejé. Solo estaba usando mi bata, ya que antes había perdido mi abrigo en el caos.

Caminé por el pasillo, ignorando las miradas que recibí de todos los que sabían mientras abría la puerta de la sala de lavado. Me acerqué, tomé una máscara de la caja y comencé a atármela alrededor de la cara antes de presionar el botón del quirófano.

Entré cuando los médicos todavía estaban operando.

—¿Qué esta pasando?.—Pregunté mientras los miraba. Todos se detuvieron brevemente y me miraron.

—Dra. Malfoy, no puede estar aquí.—dijo un médico.

—No me digas lo que puedo y no puedo hacer.—espeté.—Ese es mi esposo en la mesa, pero sigo siendo tu jefa de cirugía y estoy pidiendo una actualización sobre el paciente, así que maldita sea dime.

Todos parecieron desconcertados por mi aumento de voz, pero respondieron de todos modos.

—Bueno, tuvo una lesión cerebral traumática. Las pupilas estaban dilatadas y tenía líquido cefalorraquídeo de los oídos cuando lo trajimos aquí, pero logramos detener el sangrado. Su pulso es un poco lento, pero recuperamos su presión arterial hasta la normalidad.—me explicaron los médicos que estaban detrás de su cabeza.

—¿Y el resto?.—Dije en voz baja, haciendo todo lo posible para que mi voz no se rompiera o las lágrimas cayeran.

—Tenía sangrado en el abdomen por el golpe en las costillas. Se le partió un trozo y le perforó el pulmón pero logramos recuperar el hueso, amarrar la laceración y detener el sangrado con una sola transfusión de sangre.—explicó otro.

—Dios.—susurré y me di la vuelta por un segundo, recuperando el aliento.

—Está estable, Anna.—una enfermera se acercó y me frotó la espalda en una mansión reconfortante.

—¿Se va a despertar?.—Dije mientras me daba la vuelta y miraba fijamente al Doctor que estaba detrás de su cabeza.

Ella no respondió y en su lugar, miró a los otros doctores que estaban alrededor.

—Es- —ella respiró lentamente.—Todavía es demasiado pronto para saberlo. Su pupila derecha se había reventado, sabes que eso es una indicación de-

—No.—dije de inmediato, sacudiendo la cabeza.—Saca a mi esposo de esa mesa y te aprovechas del propio Merlín para que se despierte. Si algo salió mal porque no estaba aquí, porque no me dejaron entrar aquí.

—Está estable.—interrumpió el Doctor.—Su cirugía ha ido perfectamente con pocas o ninguna complicación. Si no se despierta, no hay nada que ni tú ni yo hubiéramos podido hacer para cambiar eso.

Mantuve el contacto visual con ella por un segundo más antes de darme la vuelta y salir corriendo. Una vez que volví a la sala de emergencias, me quité la máscara y la tiré al suelo.

BEHIND CLOSED DOORS 3 | DRACO MALFOY ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora