𝙻𝚞𝚗𝚎𝚜

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A todo mundo en el campus le sorprendió ver a Uzui Tengen corriendo tal como si la vida le dependiera de ello.
El mismo Uzui que todos los días caminaba despreocupadamente por los pasillos, ahora se encontraba haciéndole competencia a los mejores corredores de la academia sin siquiera darse cuenta.

Todo comienza la noche anterior, cuando le pareció buena idea desvelarse terminando una serie de ciencia ficción promedio sin pararse a considerar o al menos a recordar que a la mañana siguiente tendría la prueba más importante de su curso en la universidad.
Recuerda haber leído el anuncio de la pantalla de su celular al programar su alarma: "tu alarma sonará en veinte minutos", bueno, desde esa perspectiva había dormido menos en situaciones más difíciles, por lo que, bajo esa lógica, se permitió dormir por lo que restara de aquellos veinte minutos.

La cosa se complica cuando se despierta cuarenta minutos después, dándose cuenta de que su alarma no sonó y que tiene exactamente cinco minutos para llegar a la escuela.

Bajó a toda velocidad por su dormitorio y a través de medio campus hasta poder llegar a su facultad.

Para todos fue una gran sorpresa ver al excéntrico alumno de artes usualmente arreglado con una elegante coleta detrás de su cabeza, con una gran diadema de color gris pálido que está decorada con seis piedras preciosas de color rosa claro y maquillajes escarlata misteriosamente llamativos utilizando lo que parecía ser una pijama, con el cabello desarreglado cayendo estrepitosamente por sus hombros, dejando a la vista de cualquiera los mechones más cortos de su cabello que se pegaban ligeramente a su frente debido al calor que generaba su trayecto y las mejillas ligeramente manchadas con pequeños rastros de pasta dental.

Sus brazos cargaban cientos de materiales artísticos; desde pinceles y acuarelas hasta pinturas acrílicas y lienzos de trabajo. De vez en cuando, alguno de estos materiales caía y bajo algún par de malas palabras se regresaba rápidamente para recogerlos. Era cansado, seguramente, pero de ninguna manera podía llegar a ser peor que perder la materia.

Entra en el aula solo veinte segundos antes que su profesor. Lanza todos sus materiales sobre su zona de trabajo cuando observa al rededor y se da cuenta de que ha olvidado algo mucho más importante.

Su modelo.
Había olvidado a su modelo.

Por un segundo siente que se va a desmayar y está a punto de mandarle un mensaje para, irónicamente, recriminarle su impuntualidad cuando a su mente le golpea el recuerdo de haber sido cancelado por su modelo el sábado pasado por problemas personales. Genial, ahora tiene diez segundos para conseguir al modelo que debió haber encontrado desde hace más de seis días.

Sanemi debe de estar en pleno entrenamiento así que lo descarta, Mitsuri debería ser una buena opción sin embargo ella también tiene una prueba ese mismo día nada más quince minutos después de iniciada la suya. Gyomei siempre está ocupado y encontrar a Iguro un día lunes por la mañana era mucho más complicado que encontrar otro modelo.

Corre nuevamente, esta vez hacia rectoría, intentando encontrar entre su lista de facultades una especialidad que pueda estar disponible, esta vez percatándose del clima helado que se desata fuera de las ventanas; ya tendría tiempo de quejarse por no haber utilizado una chaqueta luego.

Después de suplicarle a la secretaria dos minutos que para él habían sido horas descubre que la facultad de filosofía podría estar libre y mucho mejor que eso, logra descubrir que la clase de historia no tiene ningún compromiso pendiente, por lo que, con un poco de esperanza reanuda su recorrido camino a la cafetería.

Efecto Mariposa 🦋 ~ 𝓾𝔃𝓾𝓻𝓮𝓷 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora