𝙹𝚞𝚎𝚟𝚎𝚜

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—¡Pero Uzui!.—chilla la chica pelirrosa. —¡Tienes que contarnos qué pasó!

Tengen observa las miradas de sus amigos y sabe que aunque algunos de ellos intentan lucir desinteresados, realmente si tienen un poco de interés, ya que les resulta especialmente divertido molestarlo.

Se siente horrible; como si acabaran de golpearle todo el cuerpo, tiene frío y su nariz está congestionada, aun así se las arregla para elevar una sonrisa y comenzar con su relato del día anterior.

...

Después de sufrir un colapso nervioso por la mitad de una eternidad y de escuchar los sermones de Sabito pidiéndole que se comportara como un hombre, se encuentra frente a la residencia Rengoku nuevamente.

Esta vez esperando lucir un poco mejor que el día anterior. De solo recordarlo su estómago da un vuelco estrepitoso, ¿Cómo es que había conocido a los padres de Kyojuro en aquella presentación que dejaba mucho que desear?.

Ahora se encuentra de pie frente a la puerta esperando que las manecillas del reloj sobre su muñeca se alineen perfectamente para tocar justo en el momento preciso.

Su cabello plateado cae estrepitosamente sobre sus hombros de manera desigual, con el frío aire invernal removiéndolo ligeramente. Su chaqueta está perfectamente acomodada, al igual que el pantalón de cuero que se ajusta a sus piernas junto con un par de botas a los tobillos. Sobre su cuello reposa una bufanda color granate, que combina con sus ojos y contrasta con el maquillaje rojo.

Finalmente, la hora llega y deposita un par de golpes sobre la puerta que se abre instantáneamente con los padres de Kyojuro esperándole del otro lado.

Saluda cordialmente a la señora Ruka e intercambia un apretón de manos incómodo con el señor Shinjuro antes de escuchar los pasos de Kyojuro acercarse.

—Gracias por permitirme llevar a Kyojuro, regresaré con sus hijos temprano.

Sabe que el señor Rengoku aún no le tiene suficiente confianza cuando nota el rodar de sus ojos que después es intercambiado por una sonrisa preocupada mientras que su esposa no hace más que agradecerle y pedirle que maneje con cuidado.

La puerta vuelve a cerrarse y es hasta entonces que se toma el tiempo de ver mejor a Kyojuro.

Kyojuro, con sus suéteres de lana gigantes y sus gabardinas invernales. Tiene que comprimir el impulso de apretarle una mejilla al procesar lo terriblemente tierno que puede llegar a lucir.

—¿Te sientes mejor?.—pregunta mientras se anima a sujetarlo suavemente por la muñeca para encaminarlo hasta donde ha dejado su motocicleta.

—Huh si yo... Mejor, gracias.

Tengen cree escuchar un ligero titubeó en la voz de Kyojuro, más no permite que su cerebro avance más allá en sus suposiciones cuando decide atribuirlo al frío del exterior.

Le tiende un casco de seguridad antes de subir primeramente encendiendo el motor. Espera pacientemente a Rengoku suba, pero eso no sucede.

—Es que yo... Jamás he viajado en motocicleta.—explica el rubio con vergüenza.

Nunca en la vida entendería cómo el chico se las arreglaba para ser tan adorable sin siquiera intentarlo un poco.

—Está bien, Kyo, es menos aterrador de lo que parece.

Puede escuchar como lo piensa un poco, no obstante Tengen le regala una sonrisa tan cálida que llega a pensar que sería el peor humano en el universo si lo rechazara.
Con duda, se coloca el casco revisando un par de veces que lo haya puesto bien hasta que decide subir lentamente en el espacio de atrás. En un principio está decidido a qué estará bien solo sujetándose de las varillas detrás de su espalda, más tan pronto inician su recorrido se percata rápidamente de que no es así.

Efecto Mariposa 🦋 ~ 𝓾𝔃𝓾𝓻𝓮𝓷 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora