𝙼𝚒é𝚛𝚌𝚘𝚕𝚎𝚜

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—¿Qué le ocurre ahora?—pregunta Makomo tan pronto se encuentra con sus amigos a las afueras de los dormitorios.

—Está teniendo un colapso.

—Está siendo un llorón.

Contestan Giyuu y Sabito a la par. Bueno, ¿cómo puede comenzar a explicarse?.

El martes fue sin dudas un día aún peor que el lunes. Todo comienza a su llegada al hogar Rengoku, donde Senjuro le insistió arduamente para que pasara a dejar el té para su hermano personalmente. ¡Por supuesto que se resistió! De verdad que lo intentó, pero cómo podría decirle que no a Senjuro, es imposible.

Claro que con aquella propuesta esperaba de todo menos encontrarse sentado en el comedor cenando junto con los padres de Kyojuro.

Tan increíblemente improbable como suena, o incluso tan increíblemente predecible si se hubiera detenido a pensar en la constante amabilidad que aquella familia se había encargado de mostrarle a todo color durante los últimos días.

Siente la mirada amable y comprensiva de la madre de Kyojuro, de la misma manera en la que puede sentir la mirada dura e interrogativa de su padre.

¿Qué se supone que debe hacer? ¿Hablar del clima? ¿Política? Empieza a creer que merece más crédito del que se le da, cualquier otro en su lugar tal vez ya habría sufrido una crisis.

Se las arregla para mantener sonrisas encantadoras y conversaciones medianamente fluidas.

¿Desde cuándo socializar se le había vuelto tan complicado?

Más pronto que tarde se percata de que Ruka, la madre de Kyojuro es sabia, gentil y elegante cosa que contrasta seriamente con la dura personalidad de su esposo.

Su padre parece ser estricto, pero en ningún momento se comporta grosero con él, solo tal vez no termina de ser de su agrado.

El hombre ve su oportunidad salir a flote en cuanto nota que la mujer se ha retirado momentáneamente de la mesa.

Se encuentra tomando sopa cuando  una pregunta casi lo hace atragantarse y sus oídos alcanzan a percibir la ligera risa de Senjuro, que se encuentra a su izquierda. Dios, realmente espera no estar quedando como un completo estúpido.

—¿Qué eres... exactamente para mi hijo?

¡Muy buena pregunta, señor! Por supuesto que desearía tener una respuesta apropiada. Por cuestiones de lógica el decirle que apenas se conocieron el lunes no es una opción, ¿Qué debía decirle de todas formas? "Secuestre a su hijo para mi proyecto final" es un definitivo no.

Senjuro, quien es meramente consciente de aquello disfruta más de lo que debería la situación.

—Hmm, somos amigos, nos conocimos en la universidad.

Mentira no era, porque podía ser muchas cosas en esta vida, pero no un mentiroso. A menos que te detengas a pensarlo mejor, entonces es una mentira a medias. Si bien es cierto que se conocieron en la universidad Tengen piensa que no puede considerarse un amigo de Rengoku de buenas a primeras.

—¿Qué es lo que te encuentras estudiando?

Su mente es un revoltijo extraño e indescifrable que se encarga de disimular con una sonrisa. Podría alguien explicarle, ¿Dónde es que han quedado las conversaciones triviales de hace apenas unos minutos? Si que empieza a extrañar la presencia de la señora Ruka. ¿Por qué es que de repente todo se siente como una conversación pre-matrimonial?

Efecto Mariposa 🦋 ~ 𝓾𝔃𝓾𝓻𝓮𝓷 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora